La iniciativa ya cumple dos años de desarrollo, incluye 14 proyectos paralelos, con más de un centenar de especialistas alemanes y chilenos, entre estudiantes de pre y postgrados e investigadores de diversas áreas científicas. Con el estudio se busca entender la influencia de microorganismos, plantas, hongos y animales en la formación del suelo.
La Dra. Kirstin Übernickel, coordinadora científica del proyecto, explica que para los propósitos de la iniciativa, que financia la Fundación Alemana para la Investigación (DFG), se realizan trabajos de terreno en el Parque Nacional Pan de Azúcar (regiones de Antofagasta y Atacama), reserva privada Santa Gracia (Región de Coquimbo), Parque Nacional La Campana (Región de Valparaíso), Parque Nacional Nahuelbuta (Región de la Araucanía).
Además, señala que en estos lugares el equipo científico también intenta comprender la influencia del clima en los procesos del suelo, teniendo en cuenta escenarios de cambio climático. Los investigadores buscan responder a una pregunta compleja, con el fin de entender las interacciones de los distintos factores que confluyen para cambiar las superficie de la Tierra.
“En Santa Gracia y en los otros tres sitios tenemos calicatas a una profundidad de entre uno y dos metros. Estamos analizando con eso las capas del suelo y su composición. A parte, tenemos una estación meteorológica que funciona desde 2016 en cada sitio y que estarán en conexión con CEAZA-Met, para publicar información de monitorización ambiental en estos sitios”, detalla la investigadora.
Detalla que debido a la alta probabilidad de que esta parte del mundo aumente su temperatura en un futuro cercano, se intenta conocer, a través de experimentos en terreno, qué ocurrirá con el clima de diferentes regiones en ese escenario.
“Queremos saber, de manera concreta, qué pasaría con la vegetación, los suelos y el entorno si, por ejemplo, el clima de Santiago se traslada al Norte Chico; o si el desierto avanza hacia el sur. Para ello, hemos instalados experimentos con intercambio de especies de plantas y suelo para saber cómo reaccionan”.
Al final del trabajo, que se proyecta para los primeros años de la próxima década, los especialistas esperan obtener descripción detallada de los perfiles de suelos en las diferentes zonas edafoclimáticas estudiadas en el transecto latitudinal que contempla la iniciativa, de lo cual aún poco se conoce.
“Para la comunidad científica global, esta investigación resulta ser muy positiva, ya que aporta una línea base de comparación con otros trabajos científicos. El tipo de información que estamos obteniendo es importante para generar conocimiento sobre el funcionamiento de nuestro planeta”, asegura la investigadora.
Aplicaciones de los resultados
Junto a las preguntas científicas específicas que la iniciativa responderá en torno a la formación del suelo, también se espera que de luces en temas aplicados en ámbitos como la producción del suelo agrícola.
“Uno de los fines aplicados del proyecto puede ser, formarnos una idea de por qué algunos cultivos no crecen en los mismos sitios que hace años atrás. Esto puede ser útil para determinar qué hacer con las plantas o saber dónde cultivarlas. Tal vez ciertas plantaciones se deberán correr de una región a otra”, sugiere.
Por otro lado, los estudiantes de doctorados del Earthshape han elaborado documentos sobre sus proyectos para mostrar cuál podría ser la utilidad del trabajo que realizan para personas fuera del ámbito de la ciencia.
“Por ejemplo, vamos a poder identificar la mejor composición o la cantidad de fertilizantes para ser utilizada en condiciones cambio climático; cómo encontrar agua de subsuelo en forma eficiente. De acuerdo a los datos climáticos globales, modelamos las variaciones temporales y espaciales en la distribución de los tipos de plantas desde la última Gran Edad de Hielo para comprender la influencia de la vegetación en el desarrollo del paisaje”, agrega.
Todo el trabajo de terreno se realiza en Chile. En Alemania, donde se encuentra la mayoría de los científicos de la iniciativa, se realizan los análisis en laboratorios de diferentes instituciones universitarias o de investigación científica.
“Cada proyecto tiene su colaborador chileno quien tiene acceso a los datos procesados en Alemania. Esto permite generar publicaciones científicas en forma conjunta. Las muestras y los datos son accesibles para todos los proyectos que se enmarcan en esta iniciativa, de tal forma que son solicitados por los investigadores sin la necesidad de nuevos muestreos o análisis”.
Colaboración CEAZA
Para la Dra. Übernickel, el aporte del centro científico CEAZA ha sido importante en términos científicos y logísticos. Lo que se ha traducido en ayuda en el terreno, excavación de calicatas, colaboración del área de meteorología www.ceazamet.cl, junto con los aportes del trabajo científico del Dr. Antonio Maldonado, paleoclimatólogo del CEAZA y uno de los chilenos en el proyecto.
El Dr. Maldonado explica que en la primera etapa se ha trabajado en el análisis de un testigo de bofedales altoandinos proveniente del interior de Copiapó. Esa labor es parte de una tesis de doctorado en Alemania y se publicarían dos artículos científicos al respecto.
“En la segunda etapa proponemos algo de trabajo con testigos marinos, ya tomados por un grupo de investigadores alemanes. Adicionalmente, participamos en un artículo científico de otro grupo del Earthshape, en el cual se modeló la vegetación y clima a lo largo de todo Chile en el pasado, este articulo ya fue enviado para su revisión por pares evaluadores”.
Para el Director Ejecutivo del CEAZA, Dr. Carlos Olavarría, la sinergia que se logra en proyectos de cooperación de la magnitud de Earthshape es muy importante para una institución como la que lidera, ya que, a su juicio, beneficia a todas las partes tanto en conocimiento como en posicionamiento de la instituciones y sus investigaciones en la comunidad científica chilena y fuera del país.
“Con este tipo de colaboración estamos aportando al desarrollo del saber en nuestra zona y con el conocimiento universal, especialmente en una temática vanguardista como la influencia de la biología en el moldeamiento de la superficie de la Tierra. Asimismo, esta línea de trabajo se condice con nuestras declaraciones institucionales que nos está llevando a internacionalizar a nuestra corporación científica y su trabajo”.
Proyección de Earthshape
En 2019 comienza la fase dos de la iniciativa, en la cual postulan alrededor de 30 propuestas de investigación científica. En julio de 2018 la DFG decidirá cuál de estos proyectos serán financiados. Los investigadores esperan que esas iniciativas sean en gran parte las que ya están trabajando y que se sumen algunas más, para darles continuidad y poder hacer preguntas más avanzadas.
“Esperamos una gran variedad de iniciativas, cubriendo aspectos que aún no se han cubierto, y también que algunas sinergias, que se han establecido durante los últimos años, puedan ser abordadas por miembros de proyectos actualmente diferentes”, comenta la Dra. Übernickel.
Instituciones colaboradoras en EarthShape
Las instituciones chilenas asociadas al proyecto son: Universidad Austral de Chile, Universidad Católica del Norte, Universidad de Chile, Universidad de Concepción, Pontificia Universidad Católica de Chile, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, Universidad de la Frontera, Centro del Desierto de Atacama.
En tanto, las instituciones alemanas que participan de la iniciativa son Universidad de Marburg, Universidad de Rostock, Universidad de Köln, Universidad de Leibniz Hannover, Universidad Técnica de Kaiserslautern, Universidad de Göttingen, Universidad de Tübingen, Universidad libre de Berlin, Universidad de Frankfurt, Universidad de Bonn, Centro de Investigación Jülich, Universidad de Heidelberg, Universidad de Halle, Universidad Técnica de Munich, Universidad de Potsdam, Centro de Investigación Alemán de Geociencias, Instituto Tecnológico de Karlsruhe, Universidad de Bayreuth. También se incluye la Universidad de Bern, Suiza.
Mayor información sobre el proyecto en: www.earthshape.net
Cobertura anterior al proyecto Earthshape: