Desde el Centro Científico CEAZA explican las posibles causas de su varamiento y los riesgos al intentar ayudar a animales de gran tamaño como este.
Gran atención concitó el varamiento de una ballena en el sector de Puerto Aldea de la Bahía de Tongoy, lugar hasta donde concurrieron pescadores, la autoridad marítima y vecinos para intentar salvarla, esfuerzos que fueron infructuosos.
En relación a las posibles causas del varamiento de esta ballena fin, segunda especie más grande del planeta después de la ballena azul, Carlos Olavarría, director ejecutivo del Centro Científico CEAZA y especialista en cetáceos, explica que “hay varias razones por las que estos animales varan. Por ejemplo, debido a enfermedades, si se encuentran en mal estado y cerca de la orilla, podrían no ser capaces de orientarse en el mar y al acercarse a tierra finalmente varan. En otras ocasiones un animal puede morir en el mar y por vientos y corrientes terminar en tierra, como se ha hipotetizado en varios varamientos masivos, intoxicados por marea roja, como en el Golfo de Penas el 2015 y el presente año”.
De acuerdo al especialista, se debe tener en cuenta que un animal varado puede estar estresado y reaccionar de manera imprevista. “Particularmente, son riesgosas las partes cercanas a la cola, cabeza y la boca, más aún si tienen dientes como los cachalotes u orcas. En estos casos una persona podría ser golpeada accidentalmente. Lo otro que potencialmente sería riesgoso es que una persona quedara atrapada debajo del cuerpo del animal”, explica Carlos Olavarría.
Sin duda que el reciente varamiento de esta ballena fin, plantea la interrogante acerca de si estamos preparados para ayudar a que un animal marino pueda volver a internarse mar adentro. “Si bien el apoyo voluntario de la ciudadanía es valioso, los esfuerzos pueden ser infructuosos porque se requiere conocimiento específico para un salvataje. En el caso de la ballena varada en Tongoy, esta al parecer murió debido a que se volteó y su orificio respiratorio quedó bajo el agua, lo que finalmente la ahogó. Sería interesante que los habitantes de zonas costeras pudieran capacitarse y nosotros como centro científico estamos disponibles para apoyar un aprendizaje de este tipo”.
Experiencia en salvataje
El Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo de CEAZA, cuenta con más de 20 años de experiencia en el estudio de mamíferos marinos. Ha participado en varamientos y salvatajes en Chile y el extranjero, siendo uno de los más memorables, el rescate de calderones de aleta larga en Nueva Zelanda en febrero del año 2015, oportunidad en la que vararon casi 200 calderones. “Después de bastante trabajo por parte de la misma comunidad de mantención de los calderones durante la marea baja, se logró reflotar a una buena parte de ellos cuando subió la marea”.