A través del análisis de polen fósil de madrigueras de roedores, de hasta 12 mil años de antigüedad, se busca entender como la variabilidad climática pasada habría afectado los recursos hídricos del Norte Grande, donde el agua es un recurso limitante para la supervivencia animal, vegetal y humana.
Según explica la Dra. María Eugenia de Porras, investigadora CEAZA que realiza este estudio, con este trabajo se busca aportar a la predicción y entendimiento de los probables escenarios climáticos, dentro del contexto del actual cambio climático global y su consecuencia sobre el ambiente, la biota y la sociedad.
De Porras señala que el período de estudio es de interés debido a que la dinámica paleoclimática y paleoemabiental del Norte Grande, particularmente durante el Holoceno medio (8.000-4.000 años antes del presente (AP)) y tardío (4.000 años AP-presente) es un tema no resuelto, ya sea por controversias sobre interpretaciones realizadas por diferentes autores o bien porque la información es escasa y espacialmente diversa.
“Parte de esas controversias podrían deberse a diferencias en la dinámica paleoambiental de los Andes centrales, es decir, no evolucionó climáticamente como un todo o bien a diferencias de escala/resolución temporal/espacial, dada la comparación de diferentes proxies como polen, indicadores sedimentológicos, isótopos, etc. en diferentes contextos depositacionales (lagos, madrigueras de roedores, etc.)”.
Debido a que estas diferencias podrían haber generado diversos resultados, es que el proyecto plantea analizar el mismo proxy (polen), en el mismo tipo de ambiente depositacional (madriguera), a escala regional (Norte Grande) y en el tiempo (Transición Pleistoceno-Holoceno al presente).
Según la científico, otro de los aspectos de interés que explican el estudiar este sector de Chile, es que las precipitaciones generadas en esta zona se relacionan con los Easterlies, vientos del este que transportan la humedad desde la vertiente este de Los Andes hacia el altiplano y la vertiente oeste. Esa humedad y transporte están relacionados con uno de los sistemas climáticos importantes de Sudamérica, el Monsón Sudamericano, que en verano transporta la humedad desde Amazonas hacia las tierras bajas del oeste de Bolivia y noroeste de Argentina.
“Entendiendo la dinámica de precipitación del Norte Grande también podemos colaborar al entendimiento del comportamiento del clima a mayor escala al integrar los datos a escala regional y continental”, afirma la paleocliamtóloga.
Proyecto Postdoctoral: “Dinámica paleoclimática del Oeste de los Andes Centrales (18-25°S) desde la transición Pleistoceno-Holoceno”. Esta investigación es financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, FONDECYT de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT).
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