Con el objetivo de acercar a la comunidad vecinal “Alianzas de las Villas” del sector de Las Compañías hacia un entorno protegido y enseñarles el valor ecológico de este lugar, se llevó a cabo la salida a terreno al Parque Nacional Bosque Fray Jorge.
En la oportunidad, más de treinta vecinos integrantes del proyecto denominado “Alianza de las Villas en camino hacia un Ecobarrio”, integrado por El Olivar, Villa Unida, El Brillador y El Esfuerzo, disfrutaron de una jornada educativa y enriquecedora para su proyecto.
La iniciativa forma parte del Fondo de Protección Ambiental (FPA) del Ministerio de Medio Ambiente, que este 2014 financia quince iniciativas comunitarias en la Región de Coquimbo orientadas a incentivar un desarrollo sustentable.
Su objetivo es crear, a través de acciones de gestión y educación ambiental en las poblaciones, un ecobarrio para fomentar el reciclaje y el uso de huertas orgánicas. La idea es generar acciones de cooperación que conduzcan a una mayor conciencia ambiental y motive a los pobladores a tener actitudes y conductas responsables con la naturaleza.
“Necesitábamos tomar con fuerza el tema del medio ambiente, ya que nuestros barrios tienen microbasurales en las quebradas, este problema nos llevó a formular el proyecto donde el centro científico CEAZA colabora con talleres, que originalmente fueron pensados para el aula, pero que en esta ocasión se quisieron llevar a terreno”, explica Constanza Herborn, coordinadora del Programa de recuperación de barrios “Alianzas de las Villas”.
La visita realizada al bosque relicto Fray Jorge, financiada por el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y co-financiada por el centro científico CEAZA, pretendía incentivar a los pobladores a tomar ideas de este sitio para replicarlas luego en su entorno natural.
Herborn señala que “la idea de traerlos acá, era que pudieran observar esta área protegida y luego aplicaran algunos de los conceptos en el entorno natural que ellos tienen, que lamentablemente en este momento, está cubierto de desechos orgánicos e inorgánicos”.
Por su parte Claudia Hernández, encargada de difusión científica del IEB y CEAZA, comenta que la actividad tenía varias aristas. “Por una parte, el IEB participa en la red de sitios de estudios socio-ecológicos de largo plazo y uno de ellos es Fray Jorge; nuestra idea es acercar el conocimiento científico y la biodiversidad de este parque a la comunidad. Por otra parte, el área de divulgación científica del CEAZA, tiene el objetivo transmitir el conocimiento científico, la valoración de la biodiversidad y promover la conservación de nuestros ecosistemas a diversos públicos”.
Explica además que “nosotros invitamos a los vecinos a venir al parque a conocer un entorno muy especial, que está en un buen estado de conservación y que no tiene perturbaciones antrópicas. Aquí se puede apreciar en plenitud cómo es el ecosistema natural, cuáles son sus especies y conocer además, la historia del bosque relicto”, y añade que “ellos ahora van a llegar a sus barrios donde existen sitios aledaños naturales en los que podrían establecer senderos, recuperar de alguna forma su entorno y/o reforestar estos sitios con especies nativas, propias de estas zonas entendiendo la importancia de hacerlo así”.
La actividad contó con la participación de Manuel Rojas, coordinador regional de Fundación Sendero de Chile, Ana Sandoval, investigadora en fisiología de semillas de INIA Intihuasi, Daniel Munizaga, profesional del Observatorio Cerro Tololo y la colaboración del guardaparque de CONAF, Victor Navarro. También participaron Antonio Maldonado y Alexandra Stoll, ambos investigadores del centro científico CEAZA.
Apoyo CEAZA
El CEAZA, como institución asociada al proyecto, tiene comprometido al menos cuatro talleres de educación ambiental con énfasis en el trabajo científico. Estas clases se desarrollarán mayormente en aula con expertos de la institución, pero además, se realizarán algunas salidas a las quebradas cercanas para enseñar y aplicar la metodología de indagación científica.
“CEAZA participa como socio en este proyecto que contempla cuatro aristas: (1) La gestión de residuos orgánicos a través de huertas comunitarias; (2) la gestión de residuos inorgánicos a través de talleres de reciclaje y arte con reciclaje; (3) la propagación de flora nativa para poder forestar algunos senderos peatonales que ya tiene la quebrada; y (4) la formación y educación ambiental a través de una brigada ecológica que se formó en el Colegio Isabel Riquelme, donde el centro científico realizará sus talleres”, indica Constanza Herborn
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