En su onceavo aniversario, el CEAZA entra en una fase en que debe aumentar su visibilidad y su impacto en el territorio. Cuando hablamos de territorio nos referimos a llegar no solo a los tomadores de decisión de los centros urbanos. Ampliar nuestra territorialidad implica llegar a localidades más aisladas, al cordón andino de nuestra región, llegar a sectores rurales, a toda la sociedad. De esta manera, apuntar a que, a través de la ciencia, se mejore el bienestar social y la calidad de vida de los habitantes de la región de Coquimbo.
Queremos llegar, a través de mecanismos y metodologías de transferencia del conocimiento, a un mayor universo de personas a nivel territorial y, esta transferencia, dirigirla principalmente a tres grandes nichos: tomadores de decisión, algo que hemos hecho históricamente y que nos ha permitido sensibilizar a este grupo sobre qué es y hace el CEAZA. Un segundo nicho es el educacional, pues creemos que a través de los jóvenes podemos generar el cambio cultural que nuestra sociedad requiere. Y un tercer grupo, que definimos como público general, donde queremos identificar cuáles pueden ser los puntos de encuentro entre ciencia y la ciudadanía. Por ejemplo, un común denominador ha sido el turismo, tema que ya hemos empezado a trabajar. Asimismo, esperamos abordar ámbitos como la alimentación y el deporte, ligados a la entrega de conocimiento desde la ciencia.
Un aspecto importante a considerar es que para trabajar con los diferentes nichos establecidos se requiere de metodologías distintas. Es así que, utilizando un mismo relato, podemos definir lo que hace el CEAZA, pero a cada uno de los públicos llegaremos de maneras diferentes. No es lo mismo mostrarle una temática a un tomador de decisión que a un niño.
Con estas medidas esperamos tener un impacto que puede ir desde lo que un menor puede comunicar en su hogar o a sus amigos, hasta la elaboración de una política pública que se genera a partir del conocimiento científico. Esto claramente es realizable trabajando y sensibilizando a los tomadores de decisión, junto con entregarles competencias en esta materia.
Para abarcar estos múltiples nichos, es que iniciáremos la implementación de un modelo de transferencia del conocimiento, donde esperamos incrementar el impacto de la ciencia en el desarrollo y bienestar de los habitantes de las regiones de Chile.
En este nuevo aniversario, nos proyectamos con la idea de que nuestro centro científico se transforme en un instituto de investigación ciudadana y que la sociedad utilice nuestra información, se empodere de ella y de nuestra organización.
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