Enmarcado en su reciente nombramiento como Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias y a propósito del Vigésimo Tercer aniversario de INIA Intihuasi; el destacado investigador Dr. José Rutllant expuso la charla titulada “Los vientos en el desierto más árido del mundo”, ante académicos y científicos del CEAZA, INIA y universidades.
La actividad se desarrolló en el salón auditorio de INIA Intihuasi, con la participación de más de treinta personas entre las que destacaron la directora de dicha institución, Patricia Larraín y el Director del CEAZA, Dr. Bernardo Broitman.
En la ocasión el Dr. Rutllant, compartió con la audiencia parte de lo que ha sido su trayectoria como investigador, sus motivaciones y su experiencia al apoyar la conformación de un grupo involucrado con las ciencias atmosféricas. Asimismo explicó cómo desarrolló su línea de investigación.
Su presentación trató principalmente sobre el estudio que desarrolló durante años en la zona norte de Chile, específicamente en Antofagasta y el proceso que ello significó.
Según explicó, las principales motivaciones que lo impulsaron a desarrollar investigación en el desierto más árido del mundo fueron, primero, que contaba con una estación de radio sonda con registros desde 1958; segundo, constituía un lugar con casi nada de vegetación, y tercero, era una zona emblemática en cuanto al tema de la aridez extrema.
Vientos y clima del norte grande y chico
Durante la charla investigador explicó que por efecto de la cordillera de los Andes, la inversión térmica y la cordillera de la costa se dan varias circunstancias que hacen que la aridez sea extrema en esta zona, no sólo en la Región de Coquimbo, sino que en todo el norte de Chile. “Eso es un punto importante y es lo que nos diferencia de otros desiertos parecidos como los que hay en la costa de Sudáfrica, California, entre otros”, afirmó.
Sobre eso comenta que “plantearlo de esa forma tan simple puede parecer terrible, pues suena como que los vientos complotan contra la posibilidad de tener más agua. Pero los vientos contribuyen también a tener la nubosidad costera y ahí hay una fuente de agua que hay que aprovechar. Creo que se debe investigar aun cómo optimizar la extracción de agua de las camanchacas. Eso podría aliviar de alguna manera el problema de la sequía”.
También se refirió a la posibilidad de un aumento en las precipitaciones estivales en zonas como el norte chico. Al respecto cree que de haber un cambio importante en este ámbito tendría que estar asociado al cambio climático.
“Todo lo que dicen los modelos básicamente es que vamos hacia un periodo más seco, con menos precipitación en general. Yo creo que eso puede ir acompañado, tal vez, y en eso aun no hay acuerdo entre los científicos, a un aumento en las precipitaciones en la zona altiplánica y que esta se extendería más hacia el sur”, indica y agrega que “yo diría que hay algunas evidencias de que podría ser así, pero no hay acuerdo, hay incluso modelos que dicen lo contrario. Pero los modelos todos sabemos que son perfectibles”.
Nuevo Miembro de la Academia Chilena de Ciencias
Para el Dr. Rutllant es un honor formar parte de la academia, “lo tomo como una oportunidad y un desafío a la vez. Por un lado, de poder representar bien el área de las ciencias atmosféricas en la academia, y por otro, de poder mostrar el trabajo de investigación regional. Creo que desde mi posición tengo esa doble calidad”, confiesa.
El investigador cree que la academia tiene una influencia muy grande entre autoridades de gobierno. En ese sentido piensa que es importante desde su posición poder mostrar el papel que tienen las regiones en temas de investigación científica y poder mejorar el acceso a políticas que favorezcan el desarrollo regional, sobre todo si en este momento se habla de la posibilidad de constituir un Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El director de CEAZA, Bernardo Broitman, señala que el Dr. Rutllant tiene una larga trayectoria académica en la Universidad de Chile, donde además de contribuir a formar al grupo de meteorología, apoyó la formación de la meteorología como disciplina en Chile.
“Su labor en CEAZA ha implicado cosas bien interesantes, como el contribuir con publicaciones importantes y potenciar a esta región como un lugar donde se realizan aportes significativos a la disciplina en Chile. Al margen de a la productividad que ha tenido el Dr. Rutllant durante su permanencia en esta institución, lo cual ha ayudado mucho a mostrar que desde regiones se puede hacer muy buena ciencia, de buena calidad y con alto impacto”, plantea.
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