Restos de moluscos, crustáceos, peces e incluso cetáceos fueron encontrados en el sector de El Sauce, Coquimbo.
Hasta la zona donde actualmente se ubica el aeropuerto de La Serena llegaba el mar en tiempos prehistóricos. Por ello no debe extrañar que algunos sectores de la costa regional, y también de Atacama, posean un reconocido y vasto registro fósil, cuya origen se remonta entre 23 millones y 2,6 millones de años de antigüedad.
De esa época data la colección de fósiles encontrados en el sector de El Sauce, Coquimbo, cedidos esta semana a la Universidad Católica del Norte por Terraignota, empresa dedicada a consultoría en medio ambiente, geociencias y cultura.
El hallazgo fue realizado en el marco de las obras del proyecto inmobiliario Lomas del Sauce, a cargo de la constructora PRODELCO, que acudió a Terraignota para el correspondiente estudio paleontológico.
Las cerca de mil muestras de invertebrados – mayormente moluscos, crustáceos y dientes de tiburón – fueron donadas a la UCN, específicamente a la Sala de Colecciones Biológicas, perteneciente a la Facultad de Ciencias del Mar, en tanto los fósiles de vertebrados, incluyendo esqueletos de peces óseos y cartilaginosos y vértebras de ballena, están a la espera de su ubicación definitiva, que será determinada por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Las piezas que permanecerán en Coquimbo serán ahora estudiadas por científicos del CEAZA (Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas) y de la UCN, para luego ser exhibidas al público.
“Para nosotros es un orgullo contar con esta nueva donación”, manifestó el Dr. Javier Sellanes, responsable de la Sala de Colecciones Biológicas de la Católica del Norte, destacando que dichas instalaciones partieron de modo bastante humilde “y ya se está reconociendo externamente el valor que tienen y se está considerando como una opción para depositar muestras tan importantes como la que llegaron”.
Una ventana de tiempo
Por su parte, el Dr. Marcelo Rivadeneira, investigador del CEAZA y profesor asociado de la Facultad de Ciencias del Mar, recordó que la zona norte de Chile, y en especial las regiones de Atacama y Coquimbo, son muy conocidas por el vasto registro fósil que poseen, “particularmente en la época conocida como el neógeno, que abarca entre los 23 millones de años hasta los 2,6 millones de años”. Esta, agregó, “es una ventana de tiempo muy importante para entender gran parte de los patrones de biodiversidad marina actual”, precisando que las piezas encontradas en El Sauce abarcan desde pequeñas formas microscópicas hasta grandes cetáceos.
Sin embargo, advirtió, esos registros, históricamente, “no han sido bien estudiados, por lo tanto esta nueva colección que pasa a ingresar a la Sala de Colecciones de la UCN constituye un valioso aporte desde el punto de vista patrimonial”, comentó Rivadeneira, valorando como “en extremo importante” el rescate paleontológico efectuado por los expertos de Terraignota, y agradeciendo que parte del mismo haya sido cedido a la universidad.
Para las expertas de Terraignota Karen Contreras (Historiadora y Magister (c) en Gestión y Administración Cultural) y Saleta de los Arcos (Geóloga-paleontóloga y Magister en Paleontología), el conjunto de las piezas representa el fruto de cuatro sucesivas etapas de trabajo iniciado en 2013, como un estudio de línea base, que se fue ampliando en vista de los valiosos restos fósiles descubiertos.
Ambas profesionales valoraron la concentración muy abundante de restos de vertebrados e invertebrados encontrados en el sector de El Sauce y manifestaron su interés en colaboraciones futuras con la UCN. Esto, señalaron, permitiría una interesante interacción entre geólogos y biólogos. “Ojalá se pueda seguir trabajando con la paleontología de Coquimbo, que es muy rica y con tanto proyecto inmobiliario sin control, está perdiéndose mucha información”, comentaron.
“Es súper importante que esta colección llegue acá, sobre todo por el semillero que puede significar si es bien aprovechada”, dijo Karen Contreras. “Nosotros detectamos que existe la necesidad de la gente de conocer de su patrimonio paleontológico, hay un desconocimiento generalizado, no se sabe lo rico que es en la región de Coquimbo, hay mucho patrimonio paleontológico de mucha calidad y esto es una semillita que aporta al conocimiento”, concluyó.
Fuente: Cecilia Becker, periodista UCN.
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