Según explica el boletín climático CEAZA de este mes, la temperatura superficial del mar (TSM) en las costas del centro–norte de Chile para junio mostró anomalías negativas, cercanas a -1ºC, es decir, más frías de lo normal. En este sentido, Cristóbal Juliá meteorólogo del CEAZA plantea que el fortalecimiento del Anticiclón Subtropical del Pacífico Suroriental (ASPS), en ese mismo período, habría influido para que esta situación ocurriera.
“El que haya anomalías de este tipo puede influir negativamente en la influencia de El Niño en la región, es decir, no contribuye a que llueva, más bien todo lo contrario: podría tener un efecto de supresión en las lluvias ya que esta baja en la TSM de las costas de la región suponen una intensificación en el Anticiclón y es consistente con lo que ocurrió en mayo y junio”, afirma el meteorólogo del CEAZA.
Pese a lo ocurrido en los meses anteriores, las condiciones oceánico–atmosféricas observadas y analizadas siguen manifestando tendencia a anomalías positivas en temperaturas y precipitaciones.
El boletín señala que “persiste el desarrollo de El Niño de magnitud moderada. La mayoría de los parámetros indican un fortalecimiento de este durante el presente invierno 2015, lo que traería un incremento en el régimen de precipitaciones, las que se concentrarían en su mayoría durante los meses de julio y agosto y extenderse incluso durante los meses de primavera (i.e., septiembre, octubre)”, lo que ya habría comenzado a corroborarse, con el evento del pasado fin de semana.
Al respecto, Juliá considera que las recientes precipitaciones son un aporte y añade que significan aproximadamente un tercio de lo que debería llover en un año normal.
Horas Frío
El reporte indica también que las Horas Frío acumuladas, calculadas a partir del 1 de mayo de 2015, muestran que en comparación a igual fecha del año pasado, ha habido una acumulación deficitaria de frío.
El meteorólogo del CEAZA plantea que esta situación puede ser negativa, principalmente para la uva de mesa que requiere de este índice para un buen receso invernal y que se relaciona directamente con la producción estival.
“La uva requiere de un mínimo de frío durante invierno y de ahí la importancia de medirlo y, por lo tanto, un déficit en este índice puede significar una cosecha mala”, aclara.
Caudales y embalses
Asimismo, se informa que durante junio no se presentaron eventos de precipitaciones y, por lo tanto, el déficit de caudales y embalses en la región se mantiene.
“Los caudales en junio siguen con niveles bajo los promedios históricos, promediando un 68 % de déficit. En tanto, el agua embalsada en la Región de Coquimbo se encuentra en torno al 3.9 % de su capacidad máxima”.
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