La recién inaugurada estación biológica en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, se presenta como un espacio para proyectar el trabajo científico realizado por más de un cuarto de siglo en la denominada zona núcleo (el parque nacional), que no sólo alberga bosque relicto sino que también una importante proporción de formación xerofítica.
La construcción es un lugar dedicado a la investigación ecológica en donde se monitorea la respuesta de la biodiversidad a los patrones climáticos. Dicha labor es donde converge el trabajo de investigadores de la Universidad de La Serena (ULS), el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), que investigan los efectos del cambio climático sobre la flora y fauna del parque. Así lo asegura el Dr. Francisco Squeo, académico e investigador de la ULS, el IEB y el CEAZA.
El experto sostiene además que “el Parque Fray Jorge es mucho más que sólo el bosque, representa la vegetación del desierto costero que había antes de la llegada de los españoles. El estudio que se realiza acá, en esta estación, ya lleva cerca de 27 años y son estudios de largo plazo que permiten ver la variación climática y cómo afecta eso a la biodiversidad”.
El espacio fue nombrado como “Estación de Campo Dr. Julio Gutiérrez”, en honor al investigador nacional, que en conjunto con otros científicos, impulsó uno de los estudios científicos de mayor alcance espacial y temporal del mundo, cuya labor comenzó a fines de los años 80.
El Dr. Gutiérrez, académico e investigador de la ULS, el IEB y el CEAZA, relata que el tiempo de investigación en el parque ha sido una etapa interesante, con algunos periodos difíciles por las fuentes de financiamiento, pero que en general ha sido una buena experiencia.
“Durante un tiempo largo he encontrado una colaboración tremenda, yo soy una parte visible del sistema pero hay técnicos, estudiantes, otros investigadores involucrados; es una gran familia que ha estado buscando entender cómo funciona el sistema árido”, señala el científico.
La construcción, además de facilitar el trabajo científico, pretende ser un lugar para la formación de capital humano, donde se puedan realizar capacitaciones, charlas, talleres, entre otros. Asimismo, gracias a su nueva ubicación, busca fortalecer los vínculos con los profesionales a cargo de la administración del parque.
“La estación de campo permitirá la continuación de la investigación en el área ‘Quebrada de Las Vacas’, donde tenemos bastantes años de datos y monitoreo; además hay muchos estudiantes de posgrado que pueden hacer sus trabajos dentro de este marco. Asimismo, de los datos que se han obtenido se pueden formular nuevas preguntas. Creo que es importante lo que queda, porque hay un equipo de trabajo que está funcionando y que podrá continuar con las labores a futuro”, aseguró el Dr. Gutiérrez.
Desarrollo e investigación en la ULS
La inauguración se enmarcó en el trigésimo quinto aniversario de la ULS, que, en palabras del Dr. Nibaldo Avilés, rector de la ULS, “es una muestra clara del constante esfuerzo que ha hecho en los últimos años la universidad en materia de investigación y desarrollo, el que ha rendido grandes frutos”.
Avilés comenta que las políticas implementadas desde su administración han llevado a alcanzar índices históricos a dicha casa de estudios, en materia de proyectos y publicaciones científicas, logros que han sido reconocidos por diversos ranking nacionales y del extranjero.
Características y novedades de la estación
Son 150 metros cuadrados (aproximadamente) los construidos para esta nueva estación, que consta de laboratorios, sala de reuniones y alojamientos. Dichas áreas están pensadas para ser multiuso, es decir, ser utilizadas para encuentros internacionales y nacionales sobre conservación y biodiversidad.
Una de las particularidades es que se alimentará de energía solar a través de paneles fotovoltaicos para satisfacer los requerimientos de electricidad así como también para temperar el agua. La infraestructura está desplegada en el área de administración del Parque, lo que permite integrar el trabajo de investigadores y del personal de CONAF.
Otro de los aspectos que viene a cubrir la nueva estación de campo tiene que ver con lo logístico, ya que debido a la complejidad que en ocasiones reviste el trabajo investigativo, las nuevas instalaciones solucionarán muchos de los problemas domésticos que tenían los investigadores en su quehacer.
Juan Armesto, Director del IEB señala que la nueva estación será un apoyo para el logro de los objetivos propuestos por el IEB.
“El primero objetivo es la ciencia de primer nivel, es decir, que el instituto esté inserto en el conocimiento de la biodiversidad y los ecosistemas de Chile y el mundo”, indica Armesto, y agrega que “estamos en un área que, nosotros, con el trabajo del Dr. Julio Gutiérrez y la colaboración de investigadores internacionales, se ha puesto en el mapa de la ciencia en el mundo”.
La construcción fue financiada por el IEB a través de la Iniciativa Científica Milenio del Ministerio de Economía, Fondos Basales de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y por la Universidad de La Serena. Apoyada también por la CONAF.
Reserva Mundial de la Biósfera Fray Jorge
Chile cuenta actualmente con diez reservas de la biósfera que abarcan cerca 11,4 millones de hectáreas, de las cuales cerca de 3 millones corresponden a áreas marinas. La Reserva Mundial de la Biósfera Fray Jorge, es una de ellas, con una superficie de área silvestre protegida de 9.845 ha y una superficie de la reserva de la biosfera de 134.311 ha.
Fray Jorge es una reserva a nivel mundial, lo que implica que la CONAF no sólo tiene la responsabilidad de proteger el parque, sino que también debe incorporar a la comunidad aledaña a la protección y poner en valor entre ellos los beneficios de su conservación.
Para Liliana Yañez, directora regional de la CONAF, la investigación científica es importante para la conservación de los recursos que tiene esta unidad como área silvestre protegida. “Queremos relevar la investigación para poder hacer un trabajo en lo que se refiere a la Reserva de la Biósfera, que sea una investigación que nos ayude a lograr el desarrollo de estas comunidades, que sea una investigación aplicada y que vayamos todos en la misma senda de lograr no sólo la conservación del parque sino el desarrollo sustentable de las áreas aledañas al parque”, destaca.
CEAZA en la Reserva
Durante el encuentro se realizó una muestra de productos de divulgación científica elaborados por el CEAZA y el IEB, entre ellos los creados en el marco del proyecto “Ciencia para el turismo sustentable en la Reserva de la Biósfera Fray Jorge”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Coquimbo, ejecutado por el centro científico CEAZA en conjunto con el Observatorio Inter-Americano de Cerro Tololo (CTIO), y apoyado por la CONAF y otros organismos públicos y privados.
La directora de CONAF comenta que con el centro de investigación hace tiempo existe una alianza y trabajo colaborativo en áreas silvestres protegidas, un ejemplo de esto es lo efectuado en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. “Sin duda la línea de trabajo que ha levantado CEAZA, que tiene relación también con la educación ambiental, es otra de las áreas muy importantes para trabajar. Si no logramos a través de la educación de nuestros niños y niñas la valoración de nuestros recursos naturales, sería un trabajo que nos demoraría mucho más”, asegura Liliana Yañez.
En tanto, Claudia Hernández, encargada de divulgación de CEAZA e IEB en la Región de Coquimbo y directora del proyecto FIC de ciencia y turismo en Fray Jorge, explica que desde su área se han hecho vínculos estratégicos con distintas instituciones en la región para posicionar el programa de ciencia y turismo, con el objetivo de fortalecer esta actividad económica desde el conocimiento científico que se genera en las instituciones investigación.
“Hemos estado trabajando en la Reserva de la Biósfera Fray Jorge, y acá en la zona núcleo, potenciando la actividad turística pero desde una mirada de las comunidades. Nosotros queremos fortalecer la economía local a través de un turismo de intereses especiales, donde vinculamos el turismo rural, el turismo astronómico y la ciencia para fortalecer todo este escenario, asociando también a distintos actores relevantes en el territorio”, declara Hernández.
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