Con tecnología biomimética: Científicos establecen límites de temperaturas a las que se someten organismos marinos y que afectarían la supervivencia de su entorno

IMGP0021Una nueva publicación en Scientific Data, de Nature Research, liderada por el Dr. Brian Helmuth de la North­eastern Uni­ver­sity (EUA), estableció que los choritos de mar están sujetos a extremos de temperaturas que pueden determinar su sobrevivencia y la de su ecosistema. La investigación, realizada en el contexto de los efectos del cambio climático a nivel global, se realizó en 71 lugares de todo el mundo, durante 18 años, incluyendo las costas de Chile.

Según explica el Dr. Bernardo Broitman, científico del CEAZA y uno de los autores del trabajo, en este tipo de estudios se plantea una diferencia entre las temperaturas que se monitorean a gran escala (observaciones de satélites y boyas) y lo que realmente experimenta un organismo, y esa discrepancia se daría a nivel mundial.

“Uno de los resultados más interesantes es que estos extremos de temperatura ocurren como un mosaico. Entonces, los lugares que uno anticiparía como muy benignos, pueden tener sectores extremadamente inhóspitos. Un ejemplo de esto se da en el centro de California, donde los organismos pueden experimentar las temperaturas más bajas y las más altas de toda la costa oeste de Estados Unidos, entre Canadá y México”.

Broitman señala que se utilizaron choritos para este proyecto por la consistencia de la información que brindan como objetos de estudio. Además, añade que existen diversas especies alrededor del mundo y en todos lados cumplen roles ecológicos importantes.

“La estrategia que utilizan estos animales para regular su temperatura depende de la especie. Algunos guardan gran cantidad de agua adentro y otros abren levemente las valvas para enfriarse, evaporando agua. También depende del ambiente en donde vivan los organismos”.

Cambio Climático

Según plantea el Dr. Helmuth, en entrevista publicada en la página web de la North­eastern Uni­ver­sity, la base de datos obtenida en la investigación proporciona información de cuándo y dónde monitorear efectos del cambio climático.

“Si observamos lugares donde los animales regularmente son sometidos a temperaturas cercanas a su riesgo vital, sabemos que cualquier aumento sería fatal y podemos actuar”.

El especialista afirma que el conocimiento anticipado de este tipo de información podría ayudar a mantener la biodiversidad de los sistemas costeros para establecer los mejores y peores lugares donde establecer criaderos de estos moluscos.

Sensores biomiméticos

Para la investigación se utilizaron sensores de temperatura biomiméticos. Su particularidad es que reproducen casi exactamente al organismos bajo estudio y es replicable en cualquier parte del mundo. Además, son de bajo costo y fáciles de reemplazar.

“El uso de sensores biomiméticos es bastante extendido y se utiliza mucho para organismos ectotérmicos, es decir, aquellos que no regulan su temperatura corporal, al contrario de los mamíferos y aves, y por lo tanto su temperatura depende del ambiente y en menor medida de su conducta. En Chile también hemos usado esta técnica para estudiar la temperatura de las lapas intermareales”, puntualiza el Dr. Broitman.

Mayor información en http://www.nature.com/articles/sdata201687

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