La Región de Coquimbo mantiene la mayor cantidad de cabezas de ganado caprino en Chile, con cerca del 55% a nivel nacional.
Según los investigadores y profesionales del centro científico CEAZA y de la Universidad de La Serena (ULS) que participan del proyecto “Evaluación y monitoreo de los pastizales en el sector central y costero del secano en la Región de Coquimbo”, el culpio (Baccharis paniculata), el rumpiato (Bridgesia incisfolia), el palhuén (Adesmia bedwelli) y el palo blanco o chilco (Fuchsia lycloides) son cuatro de los arbustos nativos que presentan mejores cualidades nutricionales como forraje para ganado caprino.
Los resultados se entregaron a una veintena de representantes de comunidades agrícolas de la Región de Coquimbo, en la Casa del Comunero de Ovalle.
El estudio, financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), contempla el análisis de catorce especies de plantas utilizadas para estos fines en la Región de Coquimbo e incluyó análisis de proteínas, grasas, calorías, entre otros componentes. Además, la iniciativa entregará información geográfica de la distribución de esta vegetación que permitirá cuantificar su cobertura, junto con la capacidad de carga de la superficie agrícola de esos sectores.
En la oportunidad el Dr. Rodomiro Osorio, investigador de la iniciativa y académico de la ULS, enfatizó en la importancia que tienen todos estos recursos independiente de sus diferentes cualidades alimenticias.
“Si bien el incienso, colliguay y la pichanilla son las de más bajo valor nutricional, son las que aportan algo de forraje a las cabras en tiempos de escasez”, destacó.
Leonardo Cifuentes, agrónomo del proyecto, añadió que es necesario tener en consideración los niveles de nutrición de estas plantas, de uso extendido entre la ganadería caprina local, con el fin de reconocer los momentos en que se deben utilizar suplementos que aporten a la adecuada alimentación de los animales y a su producción de leche.
Mirtha Gallardo, presidenta de la asociación gremial de comuneros del Limarí, destacó el hecho de que el CEAZA se haga presente con este tema en la zona. Para la dirigenta es necesario que la información que genera el centro científico sea conocida por las autoridades regionales para la toma de decisión. También la comunera señala que este tipo de estudio debiese incorporar más interacción con los usuarios de la información, a fin de retroalimentarse entre las partes.
Por su parte, Blanca Doney, tesorera de la comunidad agrícola El Altar, considera que este conocimiento viene a completar una necesidad de información que las comunidades tienen.
“El saber que forraje nos proporcionará mejor producción nos hace mirar con diferentes ojos este tipo de vegetación para cuidarla y tratar de aumentar su cantidad. Todo el aprendizaje que se entregue a la gente en este ámbito es bueno porque se traduce en hechos concretos. En este sentido, lo que CEAZA está haciendo es bueno, es decir, entregando un sustento que tiene una base científica y ya dejamos ser practicantes de lo que resulte”.
El geógrafo y magíster David López, director de la iniciativa y profesional del área de teledetección del CEAZA, explica que la próxima actividad de la iniciativa será la incorporación de esta información al catastro de vegetación de CONAF. Esta compilación fue recientemente actualizada por el organismo público con objeto de establecer un índice de calidad específica de las praderas de secano de la Región de Coquimbo; y de paso estimar la capacidad de carga animal para el sector central y costero de la misma zona.
Cabe señalar que la Región de Coquimbo mantiene la mayor cantidad de cabezas de ganado caprino en Chile, con cerca del 55% del total.