Un intenso trabajo es el que desarrollaron profesionales del Centro Científico CEAZA con docentes de tres liceos agrícolas de la Región de Coquimbo, durante los meses de diciembre de 2017 y enero de 2018. La iniciativa buscó, a través de talleres participativos de planificación docente, levantar información de diagnóstico para generar la base del trabajo de cocreación de los “Módulos de apoyo experimental educativo” (MAEX) para integrarlos en las planificaciones docentes del 2018.
El trabajo es parte del Programa de Transferencia de Conocimientos ejecutado por el CEAZA en los Valles transversales de la región y se enmarca en el proyecto de Fortalecimiento y Desarrollo de Centros Regionales Científico y Tecnológico 2016, que financia la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
Los talleres, efectuados en los liceos agrícolas Tadeo Perry Barnes de Ovalle; Jorge Iribarren Charlín de Hurtado y Valle del Elqui de Gabriela Mistral, consideraron dos actividades principales, primero, una presentación de la propuesta de trabajo llamada MAEX, y segundo, desde el ámbito Antropológico, se realizó un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) participativo.
Pilar Molina, encargada de transferencia del conocimiento CEAZA, explica que “el MAEX consta de cuatro grandes áreas de trabajo que proponen actividades vinculadas a los objetivos mínimos de aprendizaje y también a los objetivos de aprendizaje generales, propuestos por el Ministerio de Educación en la estructura curricular de la especialidad técnico agrícola”.
Las áreas son (1) monitoreo agrometeorológico; (2) propagación de especies nativas; (3) manejo del cultivo de la Quínoa como especie alternativa en un escenario de cambio climático; y (4) microorganismos nativos: Un potencial para el desarrollo de la agricultura sustentable.
Para el FODA se trabajó con todo el cuerpo docente de los liceos con el fin de conocer las debilidades y/o fortalezas que puedan influir en el éxito o no de la transferencia de conocimientos.
“Con este trabajo esperamos que los módulos propuestos sean modificados e incorporados en las planificaciones docentes 2018 de las distintas asignaturas de la especialidad técnico agrícola de los liceos. Asimismo, esperamos que el FODA nos permita conocer integralmente las fortalezas de los centros educativos; las oportunidades que los docentes identifican con este programa; las debilidades, temores o desconocimientos que tienen respecto a su ejecución; y las principales dificultades a priori que podrían ser un problema en la ejecución del programa”, indica Molina.
Primeras observaciones
Para la antropóloga CEAZA, Carolina Álvarez, a modo conclusión preliminar, el proyecto tiene la oportunidad, además de fortalecer las capacidades técnicas en lo profesional, de potenciar habilidades blandas y comunicativas, así como también la autoestima y la confianza de los estudiantes para enfrentar los desafíos de la vida laboral.
“Los alumnos se sentirán más capacitados en su área y serán más competitivos, esto es una ventaja a la hora de replantear el área técnico agrícola. Ya que a lo que se aspira es que trabajen no sólo como operador o mano de obra en la faena agrícola, sino como asesor capaz de apoyar en la toma decisiones en el campo”, sostiene.
Asimismo, asegura que el programa es una oportunidad de articulación interna, pues genera espacios de diálogo y planificación participativa entre los docentes. “Los profesores no cuentan con el espacio pedagógico para articularse, muchos de ellos planifican sus actividades en relación al plan, pero son pocas las instancias de desarrollo integral donde puedan vincular sus objetivos pedagógicos con los demás docentes”.
Otro aspecto importante para la antropóloga, es que el programa viene a potenciar la visión y la misión en los liceos. “Todos son liceos agrícolas y una iniciativa como esta entregaría herramientas innovadoras de aprendizaje que podría ser un atractivo para ampliar la matrícula”, advierte.