Tongoy está cambiando gracias a la generación de capital humano especializado en la industria acuícola, dando lugar a nuevas perspectivas laborales para los jóvenes de la localidad costera.
“Los niños que salían del Liceo antes de nuestra generación no tenían el mismo conocimiento que nosotros. Por ejemplo, no sabían manejar instrumentos especializados … Cualquier persona puede ir a trabajar en la industria acuícola y aprender en el terreno, pero no con el detalle que nosotros manejamos hoy en base al conocimiento científico “, asegura Valentina Bonilla, asistente de sala de investigación y desarrollo de moluscos – Fundación Chile, y exalumna del Liceo Carmen Rodríguez H. de Tongoy.
Bonilla es uno de los casos de estudiantes técnico-profesionales de esa localidad de Coquimbo que ha mejorado sus conocimientos en acuicultura gracias al apoyo de sus profesores del establecimiento y de los investigadores del Centro Científico CEAZA y del Núcleo Milenio MUSELS.
Se trata de una colaboración que comenzó hace tres años entre las instituciones y la empresa privada y que ha buscado aplicar un Módulo de Aprendizaje Experimental, para que los jóvenes potencien su educación con conocimiento científico-técnico, con el objetivo de mejorar sus competencias laborales.
Marcar la diferencia
Inmediatamente egresada del Liceo la estudiante consiguió su práctica en Fundación Chile, por tres meses. Luego de esa experiencia la contrataron y ya lleva casi un año en la institución.
Valentina reconoce que en su trabajo la valoran por su conocimiento y aplicación, aspectos que ella atribuye al aprendizaje adquirido con los investigadores del Centro Científico CEAZA y del Núcleo Milenio Musels que han aportado a la especialización de los estudiantes los últimos tres años a través de un trabajo sistemático con los alumnos del Liceo de Tongoy. “En el trabajo siempre me dicen que marcó la diferencia ya que manipulo bien los instrumentos técnicos para medir diferentes parámetros que permiten llevar el control de los cultivos. Porque ahora sé que no se trata sólo de llevar el registro de mediciones sino que conocer su utilidad”.
Valentina cuenta que el conocimiento adquirido con los científicos del CEAZA y de MUSELS lo ha podido aplicar en casos extremos, para salvar cultivos de peces que por causas naturales pueden verse amenazados por falta de oxígeno.
La joven, espera que los alumnos de nuevas generaciones del Liceo se sigan superando y que su entusiasmo aumente y continúen aprendiendo con más detalle.
El testimonio de Valentina fue presentado en el marco del Seminario de cierre del proyecto de Fortalecimiento Territorial del Programa Regional de CONICYT “Desarrollo de capacidades y bases tecnológicas para la adaptación al cambio climático en la acuicultura de bivalvos”, iniciativa ejecutada por MUSELS y CEAZA y financiada por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica.
También en el Liceo se realizó una Feria Laboral donde interactuaron los alumnos con las empresas acuícolas de la zona como INVERTEC, Fundación Chile y Aqua Pacífico. Además, el encuentro fue el marco para la entrega de un dispositivo electrónico de lectura con guías técnicas para la acuicultura tanto para profesores como alumnos. Asimismo se efectuó la inauguración de las instalaciones de un mesocosmos en el establecimiento educacional, un laboratorio, con el que pocas instituciones cuentan en Chile y que permite replicar parte del ambiente del océano para realizar experimentos con organismos marinos, en condiciones de cambio climático.
Potenciar capacidades
En la oportunidad, también expusieron científicos como la Dra. Laura Ramajo, investigadora del Núcleo Científico Milenio MUSELS, quien manifestó su agradecimiento por formar parte de esta iniciativa.
“De alguna manera hemos sido capaces de motivar a niños a ser científicos, a querer investigar, a hacerse preguntas a decir ‘¡¡oh mira!!, esto que estoy viendo, no me había dado cuenta nunca’. Es bien gratificante, especialmente cuando los ves haciendo presentaciones en congresos escolares, donde se tienen que relacionar con científicos u otros alumnos, posibilidades que muchos de nosotros no tuvimos a la edad de ellos”.
Pilar Molina, encargada de Transferencia del Conocimiento del CEAZA expresa que los alumnos han cambiado sus perspectivas gracias al trabajo continuo con los científicos.“En la actualidad, los estudiantes salen del colegio con mejores expectativas laborales y educacionales más altas. El programa de Fortalecimiento Territorial del CEAZA ha colaborado en la inserción de ellos en el mercado laboral, pero también a disminuir la deserción escolar y en algunos casos a potenciar la continuidad de sus estudios en la educación superior”.
Asimismo, el Dr. Bernardo Broitman, investigador CEAZA y Director alterno del Núcleo Milenio MUSELS, destaca el aporte que se está realizando a la industria acuícola a través de la especialización de los estudiantes. “Desde que partimos nuestro trabajo con el Núcleo Milenio quedó claro que si queremos que la industria se adapte a los desafíos que impone el cambio climático, debemos trabajar con los estudiantes para que comiencen a aportar con más conocimiento a la industria local. El trabajo con el liceo es fundamental porque va a costar mucho que las empresas cambien si las personas que la forman no tienen la experiencia de trabajar en ambientes controlados, con conocimiento de las condiciones ambientales como la concentración de oxígeno, temperatura y otras variables, sumado a un comportamiento responsable con el medio ambiente”.
Por su parte, el Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo del CEAZA destaca que “para nosotros, lo más importante de la relación con los estudiantes del Liceo es la transferencia de conocimiento científico, con el fin de mejorar su calidad de vida y a través de ellos aportar a la toma de decisión, por parte de la industria acuícola de la Región de Coquimbo. Así como también lo estamos haciendo en otras localidades, instalando nuevas capacidades en base a la información científica que desarrollamos en el centro y que está a disposición de la comunidad ”.
Perla Araya, directora del Liceo Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy detalla el cambio cultural que se está generando en el establecimiento educacional gracias al apoyo del CEAZA.
“Trabajamos hace tres años con el CEAZA, con muy buenos resultados ya que ha despertado el interés científico de los alumnos.La especialidad acuícola incluso era menospreciada porque se trataba de un trabajo repetitivo y ahora los estudiantes tienen otras competencias y habilidades técnicas, lo que les otorga una ventaja para ingresar a trabajar en las diferentes empresas acuícolas que están en la bahía de Tongoy. El CEAZA ha sido muy importante para acercarnos a las empresas, como Invertec, que ha facilitado el espacios para que realicen sus prácticas y los alumnos aporten con su conocimiento para mejorar los procesos de esta industria”.