A la fecha, la Región de Coquimbo experimenta un superávit de precipitaciones de 13,9%. Este panorama auspicioso debe ser mirado con cautela de acuerdo al CEAZA, ya que según los pronósticos se espera que los próximos meses se registren precipitaciones entre “bajo lo normal” a “normal”.
En base al análisis del Centro Científico CEAZA, hasta el 30 de junio se ha registrado un superávit en del 13,9% en la Región de Coquimbo. En la Provincia de Elqui, el superávit es de 27,3%; en la Provincia del Limarí, 11,7% y en Choapa, 2,7%.
Sin embargo, y tal como se ha observado con las grandes diferencias de las lluvias caídas entre los distintos lugares de la Región, también existen localidades que aún experimentan un déficit, como es el caso de Rapel con un -11,5%, Monte Patria con un -5,8% y Los Vilos con un -23,4%. Cabe destacar que el lugar con mayor déficit es el Embalse La Laguna, con un 40%.
Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA, ve estas cifras con optimismo, pero al mismo tiempo, llama a la cautela. “No se puede decir en base a esta información que el año 2020 será lluvioso, ya que según los pronósticos se espera que los próximos meses se registren precipitaciones entre “bajo lo normal” a “normal”, por lo que si “bajo lo normal” predomina en los próximos meses pues el año 2020 podría finalizar siendo a lo más “normal””, afirma.
Influencia de la geografía
Uno de los lugares con precipitaciones más copiosas a la fecha es Ajial de Quiles, localidad ubicada en el secano costero de la comuna de Punitaqui, donde han caído 131,7 mm. Asimismo, llama la atención, la gran diferencia que presenta esta información con la registrada en la estación meteorológica La Polvareda, ubicada a 14 km al interior y donde se han registrado sólo 55,6 mm. “Con esto se puede observar la gran influencia que tiene el relieve en las precipitaciones de la Región, ya que Ajial de Quiles está en una zona montañosa del secano costero, a 464 metros de altitud, mientras que La Polvareda está en el fondo del valle, a 265 metros de altitud”, detalla Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA.
Origen de los últimos sistemas frontales
La oscilación de Madden-Julian es uno de los principales factores que influyeron en la ocurrencia de las últimas precipitaciones en la Región de Coquimbo “La característica principal de esta oscilación es avanzar desde el oeste hacia el este, en contra de los vientos alisios, observándose cambios en el viento, en la temperatura, en la humedad, en la radiación solar, entre otras variables”, explica Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA.
Esta oscilación estuvo en fase lluviosa para la Región de Coquimbo desde el día 26 de mayo al 26 de junio. “Sin embargo, lo particular de este evento fue que avanzó en contra de lo habitual, el día 12 de junio estaba en una débil fase 3 y el día 13 de junio comenzó a retroceder a la fase 2, llegando a la fase 1 nuevamente durante el día 23 de junio. Esta anomalía ha permitido que el período lluvioso se extendiera aún más”, detalla el profesional.
Otro fenómeno que tendría relación con este período lluvioso en la Región de Coquimbo, es la oscilación Antártica, la que cambió a fase negativa cerca del 23 de junio. “Esto permitió que un gran anticiclón de bloqueo se posicionara sobre el océano Pacífico, entre la Región de Aysén y el oeste de la península Antártica. Como su nombre lo dice, este anticiclón bloquea el paso de los sistemas frontales por la zona austral y antártica, lo que produce que estos ciclones avancen hacia el norte del país”.