La Iniciativa “Red de Escuelas Vecinas de las Nieves”, de CEAZA, se viene desarrollando desde 2021 en 6 escuelas cordilleranas de las comunas de Río Hurtado, Combarbalá y Monte Patria.
A veces para hacer ciencia, no es necesario un laboratorio ni el más oneroso equipamiento. Basta con observar, con calma e interés, los fenómenos naturales que ocurren a nuestro alrededor según el paso de los días o las estaciones; tal como un grupo de estudiantes de escuelas rurales unidocentes de la provincia del Limarí quienes está investigando su entorno gracias al trabajo de la Red de Escuelas Vecinas de las Nieves, iniciativa del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, que busca medir las precipitaciones de lluvia y nieve en alianza con las comunidades cordilleranas.
Conocer para identificarse con el ambiente
La iniciativa se viene desarrollando desde 2021 en 6 escuelas cordilleranas de las comunas de Río Hurtado, Combarbalá y Monte Patria; trabajo desarrollado por el Programa de ciencia ciudadana del CEAZA, y que actualmente, se verá potenciado por la entrega de unos cuadernillos denominados “Bitácoras de observación de la cordillera”, que en palabras de su encargada Paloma Núñez, cierra un proceso y comienza otro.
“Esto culmina el trabajo que hicimos el año pasado con los profesores de acercar a la pedagogía la metodología de ciencia ciudadana, de Vecinos de las Nieves y el uso del pluviómetro a un nivel escolar”, agrega Paloma, explicando también que el proceso permitió identificar otro tipo de aprendizaje, ligado al desarrollo integral de los niños y niñas que viven en las zonas rurales. “También, la entrega de la bitácora es el inicio de un proceso conjunto con las escuelas de cordillera, para que tengan material propio de su ambiente, que los identifique y que puedan hacer un registro de sus vivencias”, destaca.
Con esta bitácora, explica la encargada, los estudiantes y sus docentes podrán observar el invierno, registrar los eventos de precipitación y conocer mejor el ciclo del agua en cordillera, y sobre todo, observar los cambios del ambiente cuando llueve o nieva; “también van a poder registrar cómo cambian sus sensaciones en un evento de precipitación, dónde cae la nieve, la línea de nieve, el uso del pluviómetro, aprender a hacer su propia estaca de nieve, etc.”.
Aprendizaje significativo
La recepción de este material ha sido positivo en las escuelas, como es el caso de la Escuela Central Hidroeléctrica Los Molles, de la comuna de Monte Patria, donde la profesora Deisy Velásquez indica que la entrega de estas bitácoras a los estudiantes le parece una excelente iniciativa, “pues los y las estudiantes quedaron muy motivados en seguir realizando las actividades, ya que incluye el uso de material concreto y de acuerdo a su realidad, permitiendo un aprendizaje significativo durante el desarrollo de la bitácora, considerando que están ansiosos de poder experimentar con la nieve y lluvia, y así usar sus conocimientos en terreno”, subraya.
Finalmente, la profesional del Programa de ciencia ciudadana de CEAZA, Valentina Aliste, comenta al respecto que este tipo de experiencias pueden contribuir para que los estudiantes desarrollen una cultura del agua junto a sus comunidades “y puedan conocer más de la importancia del quehacer científico para la toma de decisiones. En el mejor de los casos, esperamos despertar el interés por la ciencia en los estudiantes y la posibilidad de seguir sus estudios superiores”, añade.