Investigador del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas señala que la sequía y el aumento de la temperatura limitan el reciclaje de los nutrientes y la productividad de las plantas, favorecen la muerte de los vegetales y aumentan la frecuencia de incendios.
El cambio climático está afectando el ciclo del agua a nivel mundial, donde los eventos de precipitaciones y sequías aumentan su frecuencia e intensidad, generando así aluviones e inundaciones, mientras que en el otro extremo, es recurrente la aridez. Asimismo, en algunas zonas del planeta, la disminución de precipitaciones de agua y nieve, acompañadas del incremento de la temperatura, causan grandes sequías que generan desertificación.
El impacto de estos fenómenos lo reciben los ecosistemas de humedales, como así también campesinas y campesinos, especialmente personas de tercera edad sensibles a las olas de calor; e igualmente las comunidades indígenas vinculadas a la tierra. En este escenario, la Región de Coquimbo se ubica entre las zonas más afectadas del país por la disminución de precipitaciones (con un déficit regional en promedio de 84% durante el año 2021) y por el aumento en la frecuencia de olas de calor en los valles interiores.
Al respecto, el proyecto AdaptaClim trabaja para mejorar el diagnóstico climático con miras a la generación de una futura estrategia de adaptación al cambio climático para la Región de Coquimbo; iniciativa que es liderada por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y que se enmarca en la iniciativa para la Construcción de Capacidades en Transparencia en Chile (CBIT), financiada por GEF (Global Environment Facility), e implementada por el PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y ejecutada, a través de su Oficina para América Latina y el Caribe, a solicitud expresa del Ministerio del Medio Ambiente de Chile.
En ese sentido, el Seremi del Medio Ambiente Leonardo Gros, explicó que “el proyecto de indicadores de riesgo que se ha realizado en conjunto con el Comité Regional de Cambio Climático de la Región de Coquimbo, nos permitirá como Gobierno diferenciar los territorios y las comunidades más afectadas por el cambio climático, identificando qué tan vulnerable son y cuál es la capacidad de resiliencia del territorio frente a esta amenaza. El próximo trimestre el Ministerio de Medio Ambiente financiará el proceso participativo del nuevo anteproyecto del Plan de Acción Regional.”
En la actualidad, los caudales de los principales ríos de la región representan la quinta parte de su promedio histórico. Además de ello, factores como el cambio de uso de suelos, la expansión inmobiliaria y el sobre consumo de agua, agudizan los efectos del cambio climático, poniendo en riesgo la seguridad hídrica y alimentaria de miles de personas y animales.
Al respecto, el Dr. Enrique Ostria, investigador del CEAZA, señala que uno de los principales riesgos futuros del cambio climático sobre la Región de Coquimbo es el aumento de la desertificación, “que se compone por sequía y aumento de la temperatura, y en particular, la sequía limita el reciclaje de los nutrientes y la productividad de las plantas, favorece la muerte de los vegetales y aumenta la frecuencia de incendios”.
Este aumento de la temperatura limita el secuestro de carbono por parte de la microbiología del suelo, así como también de las plantas, agrega el experto, “y esto en su conjunto sugiere una amenaza importante para los ecosistemas y el ambiente socioecológico y económico de la región”. Por ende, una actividad tradicional de la zona, como la producción pisquera, se encuentra en riesgo debido a la escasez hídrica.
Desafíos de adaptación ante el cambio climático
Identificar y entender las amenazas climáticas, así como factores que aportan a la vulnerabilidad y la exposición al cambio climático es una tarea urgente para diseñar e implementar acciones de adaptación. El proyecto AdaptaClim, con un foco regional, se adentra en riesgos específicos e impactos del cambio climático que afectarán en el futuro cercano de la Región de Coquimbo.