La presentación del libro combinó la lectura de la historia y la audición de onomatopeyas y sonidos de humedales y aves, como, por ejemplo, la Garza cuca y el Zarapito, quienes son parte del grupo de personajes del cuento.
Un viaje colorido y lleno de sonidos por la red de humedales de la Región de Coquimbo fue lo que vivieron un grupo de estudiantes de la Escuela de Música de La Serena, que recientemente conocieron el cuento “La Orquesta del Humedal”, material educativo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA; GEF Humedales Costeros piloto Río Elqui y la Iniciativa de Humedales Costeros y Aves Playeras.
La presentación del libro, escrito por Paloma Nuñez Farías y Alejandra Farías Köhnenkampf, e ilustrado por Jorge Varela Ramos y Paula Demarco Vergara, combinó la lectura de la historia, además de onomatopeyas y sonidos de humedales y aves, como la Garza cuca y el Zarapito común, quienes son parte del grupo de personajes del cuento, que narra cómo la humanidad degrada, sin querer y/o intencionadamente, estos importantes ecosistemas.
Cabe destacar que la Región de Coquimbo posee un gran número de humedales que cumplen un importante rol ecológico y beneficios para la población: son filtros naturales de agua, brindan hábitat a aves migratorias, dan contención frente a riesgos naturales como tsunamis, y en el contexto del cambio climático, son vitales, ya que actúan como sumideros de carbono. Además, son espacios de recreación y bienestar para la comunidad.
Una experiencia para conocer y sonorizar
La historia cautivó a la comunidad estudiantil, que fue conociendo los sonidos de las aves y acompañaron la narración repitiendo las onomatopeyas (o vocalización de las aves), y asimismo, realizaron una exploración musical con diversos instrumentos, basándose en los sonidos del humedal. Según la apreciación de la profesora de música del establecimiento, Ruth Muñoz, la experiencia fue muy enriquecedora: “aunque día a día reciben estímulos sonoros, es importante que se contextualice y se integre todo esto en un cuento, donde son amigables las imágenes y tiene pájaros de esta zona, por ello fue muy bonito sonorizar este cuento”.
“Con las imágenes y el relato los chicos entendieron el valor de esta experiencia”, añadió la docente, relatando también que siempre están reforzando “la conexión con la naturaleza, con nosotros mismos, porque en el fondo somos parte de un ecosistema y del planeta, y debemos contribuir para poder vivir sanamente. Por ello los chicos valoraron esta visita, de una institución que está encargada de que llegue este conocimiento a los niños, así que ojalá que esto se pueda replicar en otros colegios y hacer un encuentro, o poder seguir sonorizando otros cuentos que vayan creando”, sostuvo.
Escuchar los humedales
Por su parte, Paloma Núñez, quien narró el cuento, y además de ser su autora es la encargada del Programa de Ciencia Ciudadana de CEAZA, comentó que este producto educativo se relaciona muy de cerca con la música clásica y todo el trabajo que hace la Escuela de Música en la región, “y además fue un momento muy importante para identificar estrategias pedagógicas que involucren el escuchar los sonidos del humedal e interpretar a través de elementos de la vocalización y musicalización”.
Asimismo, Paloma resaltó que la actividad fue un trabajo en conjunto con el profesor Ricardo Muñoz del establecimiento, y también, fue una invitación a escuchar los humedales, “escuchar todos sus sonidos, tanto de las aves, las plantas, pero también, los que emiten los seres humanos en estos espacios, como los vehículos que pasan por arriba, las sirenas, la ciudad, etc., y así es otra herramienta para identificar las perturbaciones que tienen estos ecosistemas a través de su sonido”.