84 niñas y niños de 6 escuelas de Río Hurtado, Combarbalá y Monte Patria, aprendieron a observar la cordillera en invierno, y mediante pluviómetros, bitácoras y otros instrumentos, registraron los eventos de precipitación y conocieron el ciclo del agua.
Con interés, alegría y entusiasmo, y haciendo de la exploración una de sus principales motivaciones un grupo de estudiantes de escuelas rurales unidocentes de la provincia del Limarí investigaron su entorno cordillerano gracias al trabajo de la Red de Escuelas Vecinas de las Nieves, iniciativa del Programa de Ciencia Ciudadana del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, que los capacitó para medir las precipitaciones de lluvia y nieve ocurridas el pasado invierno.
Observar y explorar el invierno
La iniciativa se viene desarrollando, desde 2021, en 6 escuelas cordilleranas: Las Breas y Maitenes de Serón, de Río Hurtado; Central Hidroeléctrica Los Molles y Frontera Las Ramadas, de Tulahuén; y Estrella de Belén y Bosque de Quillay de Combarbalá. Fueron 84 estudiantes que participaron observando la cordillera durante el invierno, y mediante el uso de un kit de materiales, un pluviómetro y una bitácora, registraron los eventos de precipitación y conocieron el ciclo del agua en la cordillera de zonas áridas.
Respecto al trabajo realizado, la profesional del Programa de Ciencia Ciudadana de CEAZA, Valentina Aliste, explicó que durante el año 2022, en total, hubo registro de 20 eventos de precipitación en las 6 escuelas, entre abril y octubre de 2022, con mediciones de la cantidad de lluvia caída en el pluviómetro manual y registro de horas de inicio y término de las precipitaciones. “Las escuelas que registraron mayor cantidad de lluvia en el año son la escuela Frontera Las Ramadas, con 283,6 mm de lluvia, y la escuela Estrella de Belén, con 279,3 mm de lluvia medida en el patio de la escuela”, añadió.
Asimismo, explica que el día en que se registró mayor cantidad de lluvia fue el 13 de julio, con mediciones de las escuelas Frontera Las Ramadas (80 mm) y Estrella de Belén (111 mm), que sumaron un total de 191 mm de lluvia. “Posteriormente, la comunidad de estudiantes compartió su experiencia con la nieve en sus hogares y escuelas, reflexionando sobre el rol de la nieve y los glaciares en el ciclo del agua en zonas áridas, que en conjunto, constituyen la fuente y reserva principal de agua dulce para toda la población y ecosistemas en la Región de Coquimbo”, destacó la profesional.
Bitácoras y comunicación de resultados
En tanto, la Encargada del Programa de Ciencia Ciudadana de CEAZA, Paloma Núñez, destacó que este año las escuelas aplicaron el material educativo “Bitácora Escolar de Observación de la Cordillera” realizado en conjunto con los docentes el año 2021. “Cada estudiante tuvo su propia bitácora para aprender el método científico y el ciclo del agua, como también, para el registro y observaciones del evento de precipitaciones en su localidad”
Igualmente, agregó Paloma, los profesores y estudiantes pudieron acercarse y experimentar de primera mano la aplicación de la indagación científica aplicada a su territorio. “Pudieron participar en ferias científicas, presentando sus datos y comprender la importancia de comunicar los resultados como última etapa de la investigación”, sostuvo.
Reforzar la enseñanza de ciencia
Por su parte, Magdalena Carmona, profesora encargada de la escuela Frontera Las Ramadas de Tulahuén, en Monte Patria, destacó que el apoyo de esta Red de Escuelas Vecinas de las Nieves sirvió para acercar la ciencia a niñas y niños, “con instrumentos que ellos tal vez nunca tenían la oportunidad de manipular, y sobre todo, hacer experimentos relacionados con la nieve del lugar de donde viven, y especialmente, para reforzar las estrategias de aprendizaje que tienen en ciencia”.
Igualmente, la docente expresó su deseo de que se siga dando la interacción de la comunidad estudiantil con científicas y científicos, “Ojalá no pierdan el contacto con nuestros niños, sé que el sector es muy lejano y que significa un costo venir a este lugar, pero es tan bonito, ustedes ven como los niños disfrutan con ustedes. Ellos están preparados cuando van a venir, buscando su bitácora, buscando los instrumentos que ustedes les entregan gratis, que a lo mejor para ellos no están a su alcance, como tener una brújula o un termómetro, que también fueron usados en otros trabajos de ciencia”.