El monitoreo al estado hidroclimático de la zona se ha convertido en una acción clave para apoyar la toma de decisiones pertinentes, en tiempos de sequía y desertificación en la Región de Coquimbo. El Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) ha recopilado datos meteorológicos por más de diez años, lo que incluso ha impulsado el desarrollo de tecnologías propias dentro del equipo: prototipos de nodos de medición con impresión 3D y avances en telemetría.
El año 2013, un emergente equipo de meteorología comienza con un proyecto FIC, financiado por el Gobierno Regional, que permitiría tener una red de estaciones meteorológicas en varios puntos de la Región de Coquimbo.
La crisis hídrica, en ese entonces similar al escenario actual, puso en evidencia una necesidad que CEAZAMet resuelve en la actualidad: entregar data científica al sector público y productivo de la zona para gestionar el recurso del agua.
A modo de contexto, el 6 de agosto de 2012 la región de Coquimbo fue decretada zona de catástrofe debido a la extensa sequía que enfrentó por ocho años consecutivos en ese tiempo. En la actualidad, la situación sigue compleja y con fecha de 18 de marzo, la Seremi de Salud emitió la Resolución Exenta N°5440, que declara zona de riesgo sanitario a toda la región de Coquimbo, también con motivo de la enorme escasez de agua.
“La partida de la red estaba muy relacionada con esta necesidad de información”, comenta Cristian Orrego, encargado del área meteorológica de CEAZA.
“¿Qué pasa cuando hay crisis en los sectores productivos? Preguntas a los científicos. Parte de la labor del CEAZA es apoyar la toma de decisiones y en ese momento de crisis, la institución podía responder pero se necesitaban datos. Deciden financiar esta red como una forma de apoyar el sistema de gestión a largo plazo, entonces se forma CEAZAMet y la red”, relata.
Ha pasado poco más de una década desde ese punto inicial.
En el presente, CEAZAMet emite el Boletín Climático mes a mes desde que se instaló el grueso del proyecto, proporciona el pronóstico del tiempo para toda la región y además, elabora prototipos a medida para crear instrumentos de medición, tecnología desarrollada dentro del equipo.
Cristian Muñoz, modelador geoestadístico de CEAZA, señala que la Región de Coquimbo, gracias a las estaciones que provee el centro científico, “es la región mayormente monitoreada en todo Chile (más de 40 estaciones entre Elqui, Limarí y Choapa). Eso nos permite tomar decisiones basadas en la ciencia y sobre todo por el uso del agua, se ha notado como el período de mega sequía ha impactado las comunidades”.
¿Por qué desarrollar tecnología para mejorar el monitoreo?
“Los prototipos se impulsan porque los equipos científicos son muy caros y difíciles de instalar y mantener. Entonces, tratamos de desarrollar equipos que estaban enfocados específicamente en un problema presente en la región, en Chile y el mundo también: que no existe monitoreo en altura”, explicó Cristian Orrego en el programa radial de la Universidad de La Serena “De la Tierra al Universo”.
Por ello, el equipo creó prototipos de tamaño pequeño que puedan funcionar en ambientes cordilleranos, para monitorear, por ejemplo, el glaciar El Tapado. Si bien los embalses funcionan como almacenadores de agua para la región, la nieve es la principal fuente de su recarga, por lo que es menester medir sus niveles.
“La idea es que un glaciólogo en la punta de los cerros pueda medir condiciones nivales, con un equipo más fácil de transportar e instalar”, indica el profesional.
Estos son parte de los equipamientos más recientes y otros que se han sumado en el desarrollo de la red, la que registra una gran cantidad de datos sobre factores como la precipitación, la temperatura, humedad, viento, radiación solar y la presión, entre otros, en un monitoreo constante que ya lleva diez años.
La meteorología es para todos
Los datos de CEAZAMet, cabe destacar, son de acceso público. “A través de nuestras plataformas les puede llegar la información que se genera del monitoreo, que tiene que ver con las alertas meteorológicas que estamos generando a raíz de las distintas variaciones que hay en el clima”, detalla Pilar Molina, encargada del Programa de Transferencia del Conocimiento de CEAZA.
En ese aspecto, hay usuarios de la red de estaciones que llevan años recibiendo sus novedades.
“El CEAZA ha aportado bastante información a todo nuestro proceso, desde un inicio, hoy día tenemos un embalse La Laguna con data de 60 años de historia y debemos compararlo con nuevas estaciones, como la del glaciar El Tapado. Así podemos proyectar y determinar el volumen de nuestra cuenca. Es muy valioso todo el trabajo que hace CEAZAMet” destaca Alex Cortés, de la Junta de Vigilancia del Río Elqui.
Asimismo, desde el Liceo Acuícola Carmen Rodríguez Henríquez, que colabora con CEAZA desde hace seis años, la docente Macarena Contreras señala que “tener acceso a datos de Tongoy en tiempo real mejora la perspectiva de la educación técnica en nuestro Liceo, logrando de manera efectiva los aprendizajes esperados”.
Por último, Orrego concluye reflexionando. “Sabemos del cambio climático porque existen mediciones de hace cien años de los lugares, eso hace que la medición sea la base del sistema de gestión. Partes diciendo ¿cuáles son mis condiciones y cómo van a cambiar al futuro? De ahí, tomas acciones. En ese sentido, somos proveedores de esta pirámide para tomar decisiones y esperamos continuar nuestra labor para tener datos que aporten a la investigación para la adaptación al cambio climático”.