De acuerdo al Boletín Climático de CEAZA, en julio no hubo eventos meteorológicos de importancia, sin embargo, los valores actuales de precipitación acumulada ya ubican al año en torno a los valores normales, situación similar se aprecia en la cobertura nival. A pesar de esto, la capacidad regional de agua embalsada sigue baja, con un 11%, dejando en claro que la región necesita de más años que presenten estas cifras.
Detallando, el análisis del área meteorológica de CEAZA informa que el agua embalsada en Elqui es de un 11% con respecto a su capacidad, en Limarí de un 7% y en Choapa de un 57%. Los niveles de embalse aumentaron levemente respecto al mes anterior haciendo que, en total, el agua embalsada a nivel regional sea del orden de un 11% respecto a la capacidad regional.
Por otro lado, “julio presentó un 39% de los caudales históricos en Elqui, 55% en Limarí y 68% en Choapa. Esta situación ha conllevado a una constante disminución en los niveles de agua embalsados durante los últimos años”, señala el reporte.
Los modelos indican que en la región de Coquimbo tiene, en promedio, entre 50% y 70% de probabilidad de tener una precipitación por debajo del rango normal para el trimestre desde agosto a octubre, incluyéndose a lo largo de la zona centro y sur de Chile.
“Esto significa que es poco probable que ocurran nuevos eventos que contribuyan de manera significativa al total anual, en cuanto ya está terminando la temporada lluviosa. Sin embargo, como se mantendría la fase Neutra del ciclo El Niño Oscilación Sur (ENOS), el próximo trimestre debiera estar caracterizado por una precipitación por debajo o dentro del rango normal para la época del año, por lo que se sugiere seguir atento a los pronósticos diarios”, explica el Boletín Climático.
Cabe mencionar sobre el ciclo ENOS, que se mantuvo en fase Neutra, que “la temperatura superficial del mar en la banda ecuatorial está evolucionando hacia condiciones La Niña, las que deberían alcanzarse hacia la primavera según las últimas proyecciones. Tales proyecciones, además, indican que la próxima fase La Niña debiera ser de intensidad leve”, señala el análisis.
Para el mismo trimestre desde agosto a octubre, el Boletín Climático indica que “los modelos globales pronostican que las temperaturas promedio debieran estar sobre el rango normal en sectores interiores de la región, y dentro o por debajo del rango normal a lo largo de la costa, como consecuencia de la muy probable llegada de una fase La Niña en primavera. La ocurrencia de La Niña ha estado históricamente relacionada con precipitación por debajo o dentro de rango normal en la región, lo que es consistente con el pronóstico de precipitación de los modelos globales”.
Por último, el reporte da cuenta del nivel de la cobertura nival en la región que fue de 4527 km2, valor en torno a los valores normales para la época. Finaliza julio con valores promedios anuales cercanos al 85-110% del valor histórico, lo que indica una situación de normalidad a la fecha, la misma que se ve a nivel de precipitaciones.