CEAZA participa del Taller de Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela en la Universidad de Concepción

Valentina Aliste (CEAZA) participando en el taller

Ciencia, naturaleza e indagación en aula abierta fueron foco de la jornada desarrollada por el IEB, con participación de CEAZA, y dictada por la bióloga Wara Marcelo, que se realizó durante tres días en la Universidad de Concepción.

Fortalecer el vínculo con la naturaleza y el aprendizaje significativo fuera del aula, integrando esta experiencia con el pensamiento científico, es un camino diferente de enseñanza para docentes y estudiantes, y un desafío que recientemente se llevó a la práctica en Concepción, Región del Biobío.

Observar insectos y todo tipo de vegetación en un pequeño cuadrante, anotar la frecuencia de visitas que un ave realiza a un trozo de pan, o dibujar la paleta de colores de un sector al aire libre, son algunos ejercicios que pueden dar inicio a una investigación científica, y que fueron vivenciados durante el taller “Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela”, EEPE, realizado del 21 al 23 de agosto, en la Universidad de Concepción.

Esta jornada, organizada por el Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB, y dictada por la bióloga Wara Marcelo, contó con la participación de 35 asistentes: profesoras, profesores y encargados de DAEM (Departamento de Administración de la Educación Municipal) de Talcahuano y Hualpén, Región del Biobío, además de integrantes del equipo de comunicaciones del IEB, de la Estación Biológica Senda Darwin y del Centro Científico CEAZA.

A través de módulos teóricos y prácticos, y poniendo ojos, orejas y tacto en la naturaleza -en los patios de la UdeC-, el taller tuvo tres objetivos principales: conocer y aplicar el ciclo de indagación para generar y resolver preguntas de investigación escolar sobre el entorno local; fortalecer habilidades científicas de las y los participantes, y diseñar un ciclo de indagación aplicable en el aula. La jornada también contempló el desarrollo de mini congresos científicos y trabajos grupales, en los que se expusieron resultados de las indagaciones y propuestas pedagógicas, compartiendo así múltiples visiones y experiencias.

El taller EEPE consideró además un recorrido por el Sendero de Árboles Patrimoniales de la UdeC, que busca relevar el patrimonio vivo arbóreo de esta universidad, desde un enfoque socioecológico plasmado en las narrativas de siete estaciones.

La metodología de Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela (EEPE) surge del trabajo del Dr. Peter Feinsinger y colaboradores para promover el aprendizaje de la biodiversidad local en las escuelas. Esta propuesta pedagógica, desarrollada en los años 90, y conocida en varios países de Latinoamérica, se basa en el aprendizaje activo y reflexivo mediante el ciclo de indagación, permitiendo a docentes y estudiantes explorar su entorno de manera práctica y significativa.

La esencia pedagógica de la EEPE es el aprender haciendo y el aprender reflexionando, en donde las y los docentes, y las y los niños, utilizan el ciclo de indagación y construyen preguntas sobre su entorno, y las responden a través de la acción propia o indagación de primera mano, y luego discuten y reflexionan sobre sus hallazgos.

Wara Marcelo

Wara Marcelo, quien durante años ha desarrollado estos talleres para docentes, se refirió a la reciente experiencia en Concepción. “Estoy muy contenta con el resultado del taller y he visto buena recepción. Varias personas se han acercado para decirme que esta metodología les ha ayudado a ver las cosas de otra forma. También se ha generado bastante reflexión. Algo interesante que no había visto antes, es contar con participación de integrantes del DAEM. Esperamos que pueda continuar este entusiasmo y que al tener algo planificado con los ejercicios que hemos hecho, las y los participantes puedan desarrollar otra indagación aplicándolo a diferentes territorios, asignaturas y estudiantes de distintas edades”.

Respecto a los aportes de esta forma de enseñanza, la bióloga destaca que el aprendizaje en la naturaleza puede traer diversos beneficios a nivel de la salud física y mental, del comportamiento, y en el despertar de la curiosidad, al usar todos los sentidos para descubrir el mundo. “Todo esto también hace que las y los estudiantes no sólo sean receptores de información, sino que generen conocimientos, y también que el entorno, cualquiera sea éste, se convierta en un aula abierta que forme parte del aprendizaje”, comenta.

Claudia Hernández, integrante del equipo de comunicaciones del IEB y encargada de educación ambiental del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, CEAZA, quien apoyó la realización del taller, también comenta al respecto: “La metodología del ciclo de indagación es una herramienta poderosa para fomentar el interés por investigar acerca del entorno cotidiano, lo que permite desarrollar una actitud más reflexiva sobre la información que nos llega, despertando el interés por aprender de primera mano y resolver inquietudes propias”.

Sumado a esto, Valentina Aliste, profesional del Programa de Ciencia Ciudadana del Centro Científico CEAZA expresó que “fue una experiencia muy entretenida en la que pude aprender una metodología de la enseñanza de la ciencia en el aula y en el patio de la escuela mediante la observación de la naturaleza y la formulación de preguntas. Aplicaré lo aprendido principalmente para diseñar módulos educativos del CEAZA Móvil, que es el vehículo itinerante de la ciencia con el que visitamos establecimientos educacionales de la Región de Coquimbo. Mediante estos módulos educativos ayudaremos a los estudiantes a formular preguntas, hacer indagaciones guiadas y estimular que los estudiantes y profesores generen proyectos escolares para responder a estas preguntas”.