Es advertido por el IPCC Panel Intergubernamental Contra el Cambio Climático que “el 90% de los gases de efecto invernadero (GEI): dióxido de carbono, óxido nitroso y metano, son los que están generando el calentamiento de la superficie terrestre. Y de éstos, el dióxido de carbono representa un 76%, que es la mayor proporción. Por lo tanto se apunta a bajar las emisiones del mismo”.
Esto señala Mercedes González, candidata a doctora de la Universidad de La Serena, quien desarrolla su tesis de investigación, en el marco del proyecto FIC de CEAZA, “Caracterización Red de Humedales Costeros Región Coquimbo”.
Proyecto que pone en evidencia la importancia de los humedales como sumideros naturales de carbono, ya que, como refiere la investigadora, “mantienen el carbono enterrado cientos, hasta miles de años, si no son perturbados”.
Uno de los aspectos que analizan es la dinámica estacional del flujo de carbono en los humedales costeros de la región de Coquimbo y como factores bióticos (vegetación predominante) y abióticos (condiciones meteorológicas locales, la salinidad del agua y suelo, entre otras variables), favorecen el secuestro (captura y almacenamiento) o la emisión de CO2, esto es lo que examina Mercedes.
Para ello, el equipo seleccionó, por medio de la herramienta multicriterio, tres humedales como objeto de estudio en cada provincia del territorio local: La Boca (Elqui), Río Limarí (Limarí) y Las Salinas de Huentelauquén (Choapa).
Además, observaron que se presentan dos estaciones bien marcadas en la región, las que definieron como fría, desde mayo a agosto, y cálida, desde diciembre a marzo, sobre las cuáles han sido planificadas las campañas de mediciones y muestreo para la generación y análisis de datos.
Por este motivo, es en diciembre “la última campaña donde vamos a medir los flujos de emisión de gases de CO2 del suelo de estos tres humedales costeros, particularmente la respiración del suelo, con el apoyo del equipo llamado “Arturito”, una cámara de gases que mide el flujo de este elemento, entregando registros de manera instantánea.
En cuanto al cambio climático, la meta global es reducir la emisiones de CO2 y con esto limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados celsius. Por esto es importante conservar el espacio que ocupan los humedales, para que puedan cumplir su función de capturadora de carbono, el cual se genera en sociedad.
Carbono atmosférico a carbono orgánico: el rol de las plantas
Los humedales costeros se caracterizan por la interacción entre la vegetación, condiciones del suelo e hidrológicas. Las plantas a través de la fotosíntesis asimilan el CO2 atmosférico, en cuál se transforma en otros compuestos de carbono útiles para su desempeño, que se depositan en hojas, tallos y raíces, estos compuestos de carbono se transfieren al suelo a través de exudados de raíces y hojarasca (referido a la descomposición de la materia orgánica).
“Adicionalmente, en el suelo se generan otros aportes de carbono provenientes de flujos de sistemas adyacentes a los humedales, por ejemplo sedimentos que van aportando carbono orgánico al suelo de los humedales”, explica Mercedes.
Y dentro de la vegetación que habitan los humedales de la Región de Coquimbo, una especie destaca para este estudio es la Sarcocornia neei, también conocida como “hierba sosa” o espárrago de mar.
Por un lado, es la especie que tiene presencia en los humedales costeros a lo largo de las costas de Chile y además tiene características claves.
“Esta hierba es de tipo halófila, que tiene por características alta resistencia a la salinidad y a la temperatura. Hay estudios que señalan que esta especie halófita se encuentra principalmente en la zona centro-norte, estamos hablando de la región de Valparaíso y de Coquimbo. Eso también es un dato muy relevante”, señala González.
Entonces, es una planta resistente a las condiciones de salinidad y particularmente abundante en la zona de estudio.
“La estudiamos porque es la especie herbácea que tiene mayor predominancia en el estrato del borde del espejo de agua de los humedales en estudio, y va disminuyendo a medida que nos alejamos”, indica la candidata a doctorado.
Finalmente, la información que se levante será de relevancia para futuras investigaciones de flujos de CO2 en diferentes tipos de humedales y perturbaciones que los impactan, así como aporte a la gestión de los humedales costeros de la región para su conservación y/o restauración en beneficio de preservar la biodiversidad mantener los beneficios que otorgan la naturaleza al ser humano. Esto es parte de lo que busca el proyecto “Caracterización red de humedales Región de Coquimbo”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R).
Nota por periodista Catalina Velasco