El 2024 cerró como un año que dio alivio al lado sur de la Región de Coquimbo, tras la temporada lluviosa, sin embargo el panorama hidrológico sigue crítico, influenciado por las precipitaciones bajo lo normal registradas en promedio durante los últimos cinco años. Según el Boletín Climático de CEAZA, esta tendencia ha resultado en una disminución sostenida de los caudales y niveles de agua embalsada, continuando el desafío por asegurar el recurso hídrico.
Para la actual temporada hidrológica, comprendida entre abril y marzo siguiente hasta la fecha, la región presenta “un 31% de los caudales históricos en Elqui, 58% en Limarí y 102% en Choapa. Esta situación ha conllevado a una constante disminución en los niveles de agua embalsados durante los últimos años que se ha revertido en parte solo en Choapa durante los últimos meses”, apunta el reporte.
Por consiguiente, los niveles de los embalses continúan en números bajos en las provincias de Elqui y Limarí, con un promedio de agua embalsada equivalente al 21% de la capacidad total regional. Los datos del boletín indican que Elqui tiene un 19% con respecto a su capacidad, en Limarí un 15% y en Choapa un 93%.
Con la llegada de la temporada seca en diciembre no hubo eventos de precipitación, por lo que el superávit regional se mantuvo en torno a 42%. Lo anterior, sumado al pleno desarrollo de la temporada cálida, hizo que la cobertura nival sea prácticamente nula en las tres provincias”, señala el análisis del área de meteorología de CEAZA.
En cuanto al inicio de este año, los modelos climáticos para el trimestre enero-marzo de 2025 indican precipitaciones dentro del rango normal para esta época del año, considerando que continuamos en la temporada seca. Esto sugiere que no se esperan eventos significativos que contribuyan a los niveles actuales de agua. La proyección apunta a que los caudales seguirán siendo inferiores a lo normal hasta al menos el otoño de 2025, aunque con caudales esperados hacia verano mayores que los del año pasado.
Asimismo, para el trimestre enero-marzo, la temperaturas “debieran estar dentro o por debajo del rango normal a lo largo de la costa centro y norte de Chile a medida que condiciones asociadas a una fase La Niña siguen estableciéndose en el Océano Pacífico central ecuatorial. En cambio, hacia sectores interiores de la región de Coquimbo y la zona central de Chile en general, se espera una temperatura promedio que debiese estar dentro o por sobre el rango normal para la época del año”, indica el informe.
Por último, de acuerdo a lo que sugieren los modelos de pronóstico estudiados en el Boletín Climático, “lo más probable es que la fase La Niña se establezca entre enero y febrero, y que ésta sea de leve intensidad (con una temperatura superficial del mar de hasta 1°C por debajo del promedio) para luego volver a una fase Neutra durante otoño”.
Periodista: Catalina Velasco