La información científica está siendo clave para que productores locales tomen medidas que protejan sus cultivos marinos, ante cambios ambientales y eventos extremos que afectan frecuentemente su sustento económico.
“Llevo 25 años trabajando en el mar. En este tiempo me he dado cuenta que ahora hay más marejadas. Y también, que la temperatura ha cambiado. Por ejemplo, el cambio en la temperatura ha hecho que ya hace años el desove del ostión antes fuera en noviembre o diciembre, mientras que ahora es en enero o febrero”, relata Priscila Haro, presidenta de la Asociación Gremial de Pescadores, Buzos y Ramas Similares de Tongoy.
Este testimonio es reflejo de los cambios ambientales que están observando quienes realizan actividades como la pesca y la acuicultura en la Región de Coquimbo, cambios que están afectando sus vidas y medios de subsistencia de estas comunidades costeras. Para comprender más sobre estas variaciones, el Centro Científico CEAZA desarrolla un monitoreo, diagnóstico y pronóstico de variables oceanográficas y atmosféricas que han contribuido a que los productores locales puedan saber, por ejemplo, sobre pronósticos de eventos extremos que puedan perjudicar sus actividades.
El Dr. Orlando Astudillo, investigador del CEAZA, explica que “la temperatura de la bahía de Tongoy fluctúa en general a partir de las condiciones ENSO (El Niño- La Niña) que varían año a año y la actividad de surgencia costera que varía a escala semanal y estacional, en particular en los eventos fríos de larga extensión como La Niña de mediados del 2020-inicios del 2023 que se han asociado, efectivamente, con un retraso en el desove del ostión. A este respecto, el CEAZA ha implementado un sistema de alerta temprana que monitorea continuamente las mediciones obtenidas por la plataforma de observación marina de Tongoy, información a la que acuicultores y pescadores tienen acceso”.
“Estamos trabajando fundamentalmente en escuchar a las personas que viven y trabajan en el borde costero, para saber cuáles son sus necesidades respecto a la información que como Centro Científico podemos entregar respecto al monitoreo ambiental”, destaca Pilar Molina, encargada de Transferencia del Conocimiento del Centro Científico CEAZA.
En este marco, el CEAZA pone a disposición su data científica de manera abierta y gratuita, a través de su Boletín CEAZAMar (descarga en www.ceazamar.cl), la app móvil appceaza.cl y el envío de alertas de manera directa a pescadores y acuicultores locales.
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Información científica para disminuir mortalidad en cultivos
Priscila Haro, presidenta de la Asociación Gremial de Pescadores, Buzos y Ramas Similares de Tongoy, destaca que la información científica les ha permitido irse adaptando a los cambios ambientales y tomar resguardos. “El año 2024 tuvimos 3 bajas de oxígeno en el mar impresionantes. Nosotros tenemos un grupo de Whatsapp, entonces ahí mandamos a todos los grupos la alerta de CEAZA para que detengan el trabajo productivo en caso de baja de oxígeno”.
“Como mandamos la alerta de CEAZA no tuvimos grandes cifras de mortalidad de ostiones”, agrega.
El Dr. Orlando Astudillo, investigador del Centro Científico CEAZA detalla que las variaciones del oxígeno fueron abordadas en el Boletín de CEAZAMar que presenta un análisis entre los meses de septiembre y noviembre del 2024. “Son muy relevantes las variaciones del oxígeno para los cultivos, especialmente en sus fases tempranas al generar mayores mortalidades y poner en riesgo actividades de manejo como el desdoble. Las variaciones del oxígeno son a diferentes escalas temporales, las condiciones cambian año a año debido a que ENSO (El Niño- La Niña) establece un régimen de oxigenación, estas condiciones son posteriormente moduladas a lo largo del año por la actividad del fenómeno de surgencia costera que se intensifica en primavera y también covaría con ENSO reduciendo la concentración de oxígeno a lo largo de la costa”.
“En este contexto, destaco la importancia de contar con la información del sistema de observación marino multiparámetro de CEAZA. Datos como la temperatura, el oxígeno, la clorofila y el pH son claves para evaluar las condiciones , en este caso, de la bahía de Tongoy. La posibilidad de monitorear estas condiciones y de recibir alertas tempranas del arribo de condiciones ambientales marinas anómalas resulta un aspecto crítico para una acuicultura de precisión”, recalca el científico del CEAZA.
Periodista: Marcela Zavala Verdugo (Comunicaciones CEAZA)