En la Región de Coquimbo, el Centro Científico CEAZA desarrolla un monitoreo constante de las variables oceanográficas y atmosféricas para comprender más sobre el cambio climático a nivel local, como también, colaborar con actividades como la pesca y la acuicultura, que se enfrentan a cambios ambientales que están afectando su sustento.

Los científicos del Centro Científico CEAZA están observando varios cambios importantes en el océano en la Región de Coquimbo, que influyen directamente en actividades económicas tradicionales de la zona como son la pesca y acuicultura. Entre los principales cambios se encuentran, por ejemplo, eventos de surgencia costera más intensos y prolongados (afloramientos de aguas profundas ricas en nutrientes y bajas en temperatura y oxígeno), como el registrado entre noviembre y diciembre de 2024 en la bahía de Tongoy, que causó descensos significativos de temperatura del mar, aumento de vientos y elevadas concentraciones de clorofila.
Asimismo, los científicos monitorean y alertan en tiempo real las condiciones de hipoxia (bajo oxígeno disuelto en el agua) que pueden generar estrés en especies marinas emblemáticas como el ostión del norte, afectando su crecimiento, calcificación y supervivencia.
Pilar Molina, encargada de Transferencia del Conocimiento del CEAZA destaca que “estos cambios impactan directamente a actividades productivas como la pesca y la acuicultura, por lo que se han desarrollado herramientas como el Boletín CEAZAMar, que pone a disposición de forma libre y gratuita, información sobre esta condiciones que estamos generando en CEAZA, lo que contribuye a que las comunidades costeras se vayan adaptando a estos cambios y tomen decisiones en base a evidencia científica”.
La profesional destaca que la información científica que generan está diseñada para atender las necesidades específicas de las comunidades de la Región de Coquimbo. “Cuando desarrollamos herramientas para compartir conocimiento, visitamos los territorios y dialogamos con actores clave, como la industria pesquera, pescadores artesanales y acuicultores, para entender qué datos son esenciales para sus decisiones. Así, aseguramos que la información sea relevante y útil para su planificación, evitando datos innecesarios”, explica.

Información científica local
El último Boletín CEAZAMar, publicado en abril de 2025, analiza las condiciones oceanográficas y atmosféricas del último trimestre. El Dr. Orlando Astudillo, investigador de CEAZA y coordinador de la publicación, destaca como principal hallazgo el evento de surgencia costera ocurrido en la bahía de Tongoy entre noviembre y diciembre de 2024. Según detalla, este evento “alcanzó una intensidad y duración excepcional de 20 días en noviembre y diciembre de 2024, generando importantes variaciones en parámetros oceanográficos clave, como la temperatura del agua, los niveles de oxígeno disuelto y la concentración de clorofila, afectando potencialmente las condiciones ambientales para la acuicultura del ostión del norte (Argopecten purpuratus), recurso emblemático de la zona”.
El investigador indica que en estudios previos realizados en CEAZA (Ramajo et al., 2020) han demostrado que las surgencias intensas durante la primavera imponen un estrés fisiológico significativo en el ostión del Norte, particularmente en adultos. Durante un experimento realizado en la bahía de Tongoy entre 2019 y 2020, se observó que las condiciones ambientales extremas ocurridas en primavera a causa de las surgencias — temperaturas frías, bajos niveles de oxígeno disuelto y pH ácido— provocaron una marcada disminución en las tasas de crecimiento y calcificación de las conchas de ostiones adultos (Argopecten purpuratus). Atribuible al alto gasto energético que los organismos deben destinar para enfrentar estas rápidas variaciones de las condiciones ambientales. Un aumento en la frecuencia de los eventos de surgencia intensa, como el observado a fines de 2024, con hipoxia severa y enfriamiento notable, podrían afectar la productividad de los cultivos o el suministro de larvas esenciales para la acuicultura en Tongoy.
Asimismo, el Dr. Astudillo señala que en un segundo estudio (Ramajo et al., 2022), se investigó la respuesta de juveniles de ostión del Norte a condiciones de surgencia en Tongoy (2017-2018). “A pesar de enfrentar condiciones adversas, los juveniles mostraron mayor resiliencia que los adultos, manteniendo o incrementando sus tasas metabólicas, de crecimiento y calcificación, probablemente debido a la alta disponibilidad de alimento proporcionada por las floraciones algales asociadas a los eventos de surgencia costera. Sin embargo, los autores advierten que eventos recurrentes, como el de 2024, podrían superar sus umbrales de tolerancia, especialmente bajo condiciones de hipoxia severa.
Es destacable que tras el intenso evento de surgencia de noviembre – diciembre se observó durante los meses de enero y febrero una recuperación de los niveles de oxígeno y una reducción de la actividad de surgencia.
Respecto al fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), el Boletín indica que condiciones neutrales predominaron, interrumpidas por un breve período de condiciones frías de La Niña en enero de 2025, aunque anomalías positivas (cálidas) de temperatura superficial del mar (+2°C) frente a Coquimbo sugieren que factores locales dominaron la dinámica costera. Este informe destaca la importancia de los sistemas de observación marina y la necesidad de una acuicultura de precisión para enfrentar estos eventos recurrentes en un escenario climático cambiante.