El trabajo se centra en las bahías de Atacama, donde los investigadores realizarán un monitoreo no invasivo al pez guitarra (Pseudobatos planiceps), una especie prácticamente desconocida en Chile y que ocasionalmente es capturada por pescadores de orilla.
El “guitarra” está emparentado con las rayas y tiburones, y figura como Vulnerable de Extinción en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, se sabe muy poco sobre su biología y ecología a lo largo de la costa chilena.
Es un tipo de raya que puede alcanzar los 130 centímetros de largo y que habita en zonas poco profundas del borde costero, desde Perú hasta el norte de Chile.
“Es una especie completamente inofensiva para el ser humano, que se alimenta principalmente de pequeños crustáceos y algunos moluscos”, explica el Dr. Marcelo Rivadeneira, investigador de CEAZA.
Por ende, el interés que genera el pez guitarra se explica por su condición de vulnerabilidad y sus particulares características.
“El ser humano es el que le puede ocasionar más daños. A veces aparece como parte de pesca incidental, es decir, pesca involuntaria. Una de las cosas que queremos hacer en este proyecto es crear conciencia en las poblaciones, en los pescadores, en los usuarios del borde costero, acerca de que esta raya es inofensiva y que es de cuidado en términos de conservación”, enfatiza el Dr. Rivadeneira.
Buscando al pez guitarra en el norte de Chile
La iniciativa “El pez guitarra del desierto de Atacama” es liderada por el biólogo marino Diego Almendras, junto al Dr. Rivadeneira y el Dr. Jaime Villafaña (UCSC-CEAZA). Cuenta con financiamiento del Acuario de New England (Estados Unidos), a través del Marine Conservation Action Fund, lo que permitirá su ejecución durante un año en la Región de Atacama.
El método de trabajo contempla un enfoque no invasivo. “Vamos a hacer una serie de actividades: análisis a través de imágenes de drones, por ejemplo. Vamos a sobrevolar drones en diferentes playas de la Región de Atacama para poder monitorear la abundancia que puede tener esta especie, los diferentes tipos de movimientos, combinado también con buceo exploratorio no invasivo”, detalla el Dr. Rivadeneira.
En ese sentido, el investigador pone énfasis que principalmente tomarán registros fotográficos, y así evitar al máximo el manipular ejemplares de esta especie para no ocasionarles estrés y ningún tipo de daño.
Además de la pesca incidental, el cambio climático podría ser otra amenaza. “La especie puede estar amenazada por alteraciones climáticas, por ejemplo. Necesitamos estudiar y entender muy bien cómo ocurre eso y también conocer parte de su biología, cuándo se reproduce, cuál es el número de crías que está teniendo. En base a eso, vamos a poder establecer mejor el compromiso que hay entre los riesgos hacia esta especie y la respuesta biológica que podría generarse”, concluye.