La especie está en estado crítico de conservación y su presencia en la Avenida del Mar generó expectación entre vecinos y especialistas.
Durante varias horas este hecho inusual congregó a decenas de personas, entre ellos científicos, quienes se reunieron para presenciar la escena. El avistamiento permitió observar los primeros contactos entre una madre y una cría, un hito natural de gran valor, especialmente considerando su delicado estado de conservación y lo poco frecuente que resulta ver a esta especie en la zona. Los registros en video de este avistamiento pueden verse en la cuenta de instagram @cienciaceaza
El Dr. Carlos Olavarría, especialista en mamíferos marinos y director ejecutivo del Centro Científico CEAZA, estuvo presente en el lugar y destacó: “Hay bastantes personas que han estado congregándose para observar a estos animales. Hay que recordar que estamos en un momento bien importante para las ballenas francas. Se acercan a la costa, paren, tienen a su cría. Por lo tanto, es importante mantener una distancia. En el caso de esta especie, no es posible acercarse en el agua y solamente se puede hacer la observación desde tierra”.
Cabe mencionar que en el norte de la región de Coquimbo y sur de Atacama es posible observar cetáceos con gran frecuencia, debido a las condiciones oceanográficas que generan un ecosistema altamente productivo, con gran abundancia de alimento para estos animales. Sin embargo, la ballena franca austral, en comparación a otras especies como la ballena fin (Balaenoptera physalus) o ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) no es avistada con frecuencia, haciendo del registro de ayer un verdadero evento.
El Dr. Olavarría también destacó la oportunidad de registrar el contacto inicial entre madre y cría: “Tenemos la fortuna de que varias personas han podido filmar a estos ejemplares desde arriba, utilizando drones a una distancia segura, que permite la observación, pero también la colecta de información relevante. Debido a que estas ballenas presentan patrones de coloración en la cabeza y el cuerpo, se pueden individualizar de la misma manera que la huella digital de los humanos”.
También se vio en Antofagasta
Estos registros hicieron posible identificar al ejemplar adulto y se trataría de una ballena avistada el año 2019 en Antofagasta, así lo explica Olavarría: “Esto es posible aseverarlo basado en las pigmentaciones que sirven para identificar a cada individuo de ballena franca austral. En este caso particular esta hembra tiene unos patrones, unas manchas blancas en su espalda y con esas pigmentaciones pudimos corroborar a través de un match que hizo uno de los fotógrafos que la registró en Antofagasta, Alex Sánchez”.
El especialista del Centro Científico CEAZA enfatiza en la importancia de registrar estos avistamientos: “Las imágenes que se obtienen desde drones son muy valiosas para poder profundizar en el comportamiento, en el entendimiento de la manera de vivir estos animales y en varios aspectos asociados con su distribución, los rangos de movimiento y las tasas de reproducción, debido a que en el año 2019 el mismo ejemplar también tenía una cría y ahora vuelve a tener otra”.
Una especie en peligro crítico
La ballena franca austral (Eubalaena australis) se encuentra catalogada en estado crítico de conservación en Chile. Estudios del Centro de Conservación Cetácea (CCC) estiman que la población nacional no superaría los 50 individuos maduros, con apenas unas siete hembras reproductivas identificadas.
Es por ese motivo que se hacen grandes esfuerzos por su conservación y además, hacen del avistamiento del día de ayer un hecho de gran relevancia tanto para la comunidad científica como para los afortunados que lograron observar a estos ejemplares.
Regulaciones y cuidados
De acuerdo con las normativas vigentes, la observación de ballenas francas australes sólo puede realizarse desde tierra firme. SERNAPESCA ha reiterado que está prohibido acercarse a estos ejemplares mediante embarcaciones o cualquier otro medio acuático, debido al riesgo de alterar conductas vitales como la alimentación, la reproducción y el amamantamiento. Las sanciones por incumplir estas disposiciones pueden llegar hasta 300 UTM.