Centro Científico CEAZA y Tongoy celebran 10 años de trabajo conjunto por una acuicultura sostenible

Desde el 2008, el Centro Científico CEAZA mantiene una presencia activa en la bahía de Tongoy mediante el vínculo con la comunidad y la implementación de plataformas de monitoreo oceanográfico que entregan información precisa sobre las condiciones del mar, permitiendo tomar decisiones basadas en evidencia científica y anticipar eventos ambientales que podrían impactar la producción local. 

Con una feria científico-técnica realizada en el muelle de Tongoy, autoridades, representantes del sector acuícola, científicos, docentes, estudiantes y vecinos celebraron más de una década de colaboración entre el Centro Científico CEAZA y la comunidad, por medio de una alianza que ha permitido fortalecer el desarrollo de una acuicultura sustentable en la bahía y formar nuevas generaciones de técnicos con enfoque científico.

Uno de los socios clave en este trabajo ha sido el Liceo Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy, establecimiento polivalente que imparte la especialidad de acuicultura y que, durante años, ha colaborado con CEAZA en actividades formativas, salidas a terreno y proyectos orientados a vincular la educación técnico-profesional con la ciencia aplicada al mar.

En ese contexto, Claudio Vásquez, director corporativo de CEAZA, destacó la relevancia de esta relación: “Para nosotros es fundamental vincularnos con actores de este tipo, porque en el largo plazo se genera una sinergia que permite preparar a los jóvenes técnicos del mañana en las mejores condiciones, con metodologías pertinentes de aprendizaje y experiencia territorial. Todo esto contribuye a que la labor técnica tenga un mayor impacto en la actividad productiva de la bahía de Tongoy.”

Ciencia aplicada para la pesca y acuicultura local

El trabajo de CEAZA en Tongoy comenzó en 2008 con la instalación de una boya oceanográfica para monitorear variables del mar. Esta primera experiencia reveló la necesidad de contar con información más precisa y oportuna para apoyar la labor de los pescadores y acuicultores, lo que derivó en 2014 en la instalación de una balsa meteorológica y oceanográfica que entrega datos cada una hora sobre temperatura, viento, salinidad, niveles de oxígeno y otras variables. Convirtiéndose en un hito para la comunidad local y científica.

Estos datos están disponibles de forma libre y gratuita a través de la página de CEAZA Met. Priscila Haro, presidenta de la Asociación Gremial de Pescadores de Tongoy, destacó la importancia de conocer las variables oceanográficas para el conocimiento en el sector productivo: ““Si no hay surgencia en la bahía, no hay una oxigenación adecuada y a nosotros se nos mueren los recursos. CEAZA nos da las alertas y nosotros podemos manejar la información para nuestros acuicultores. Hoy solo podemos dar las gracias por todo el conocimiento que nos entregan”.  

Gracias a esta herramienta, el sector productivo local puede anticiparse a eventos ambientales que podrían afectar la producción, fortaleciendo la sostenibilidad del cultivo del ostión y otras especies. “Este tipo de alianzas son las que buscamos promover como Gobierno Regional: colaboraciones que integren al mundo público, privado y académico, generando impactos reales y duraderos en los territorios”, destacó Francisco Velázquez, jefe de la División de Fomento e Industria del GORE Coquimbo.

Vínculo entre ciencia y educación

El vínculo entre CEAZA y el Liceo Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy ha sido clave para integrar el conocimiento científico en la formación técnica. A través de talleres, monitoreos y trabajo en terreno, los estudiantes aprenden a utilizar instrumentos de medición, procesar datos y comprender los fenómenos oceanográficos que inciden directamente en la bahía. 

“Trabajamos con ellos desde lo biológico, lo físico, lo químico; les mostramos dónde ocurre todo esto. Pero, sobre todo, en lo práctico, los chicos tienen que aprender a hacer monitoreo, medir las condiciones del mar y entender los procesos que afectan a la acuicultura y la pesca en Tongoy”, explicó Pilar Molina, encargada de Transferencia del Conocimiento del CEAZA.

La docente Macarena Contreras, del liceo técnico, coincide en que esta formación entrega una ventaja invaluable: “Si podemos monitorear cada hora, todos los días, y tener una historia de diez años de datos, sabremos cómo funciona realmente nuestra bahía. En base a eso, podemos predecir y estar preparados para los eventos. Si mis estudiantes salen formados así, van a contribuir a que la acuicultura en Tongoy sea mucho mejor”.

Sobre la alianza, la SEREMI de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Marcela Fernández destacó: “Considero fundamental replicar este tipo de experiencias en otras localidades del país, ya que es la manera en que la ciencia se vincula con el territorio y con las comunidades. Esto es precisamente lo que necesitamos: fortalecer la relación entre conocimiento y desarrollo local, promoviendo una mejor calidad de vida para las comunidades y un equilibrio entre el desarrollo productivo y la sostenibilidad.

“El hito de celebrar diez años de vinculación refleja algo poco común: la unión entre la ciencia y las necesidades de los territorios. En Tongoy confluyen la educación, la acuicultura y la vida comunitaria y CEAZA se ha integrado en esos espacios generando conocimiento, formación y soluciones aplicadas”. Destacó el Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo de CEAZA.

Así, desde el monitoreo oceanográfico hasta la formación técnica y la toma de decisiones productivas, la experiencia de Tongoy representa un ejemplo de cómo el conocimiento se convierte en una herramienta concreta para el bienestar y la sostenibilidad regional.