La actividad permitió comprender, desde la práctica, la importancia de mantener los acuíferos saludables y el valor de contar con datos actualizados sobre el estado de los acuíferos en la provincia de Limarí.
El Centro Científico CEAZA realizó una jornada educativa en la localidad rural de Cerrillos de Tamaya, donde los estudiantes de la Escuela Arturo Villalón participaron en clases y experimentos interactivos para comprender cómo funcionan los acuíferos y la importancia de proteger el recurso hídrico en la cuenca del río Limarí.
La actividad permitió a los niños aprender qué son los acuíferos, cómo se forman, como se recargan y como se extrae el agua subterránea. Durante los talleres, los estudiantes observaron mediante experimentos cómo el agua se infiltra en el suelo y recarga los sistemas subterráneos, además de experimentar con distintos materiales, como arena y arcilla, para entender su permeabilidad.
“Estamos explicando a los niños el concepto de acuífero, de recarga, de extracción, qué significa un déficit hídrico y por qué es importante la investigación que hacemos respecto a la recarga actualizada en este lugar”, señaló Giulia de Pasquale, investigadora del CEAZA, destacando que el objetivo es acercar la ciencia a las comunidades y fomentar el entendimiento de lo que implica mantener un “acuífero saludable”.
La investigadora valoró el interés de los estudiantes, especialmente por provenir de un sector rural donde muchos conceptos ya forman parte de su experiencia cotidiana. “Viniendo de una zona rural conocen qué es un pozo o qué significa extracción. Pero pudieron comprender por qué es tan importante mirar el nivel freático para saber el estado de salud de un acuífero”, agregó.
Un estudio clave para la gestión del agua subterránea
La jornada forma parte del proceso de socialización y transferencia de un estudio mayor que el equipo de hidrogeología del CEAZA desarrolla en el marco del proyecto FIIE 2025. El trabajo busca actualizar cuánto y cómo se recargan los Sistemas Hídricos de Acuíferos Concentrados (SHAC) en la cuenca del río Limarí, con el fin de conocer con mayor precisión el agua que ingresa al sistema y compararla con los volúmenes extraídos.
Con esta información es posible establecer si existe un balance negativo y anticipar escenarios futuros para orientar decisiones de gestión. Entender la recarga, que ocurre por infiltración, percolación y escurrimiento desde las zonas altas, permite evaluar riesgos, definir estrategias y alimentar políticas públicas basadas en evidencia científica.
Valor para la comunidad
La actividad también convocó a actores locales vinculados al manejo del agua. Margarita García, presidenta del Comité de Agua Potable Rural de Cerrillos de Tamaya, destacó la relevancia de este tipo de instancias: “Me pareció muy buena actividad, porque todo lo que nos vayan informando nos sirve. Nos han hecho bastantes capacitaciones y nunca está de más aprender. Y todo lo que adquirimos lo transmitimos a los socios, a los trabajadores y al grupo directivo”.
Para la Escuela Arturo Villalón, la visita del CEAZA se alinea con su sello educativo orientado a la ciencia y al cuidado del medioambiente. Su directora, Jéssica Gallardo, valoró la experiencia: “Somos una escuela bastante científica y todo lo medioambiental lo trabajamos desde los primeros niveles. Me parece espectacular que el CEAZA pueda venir, porque fortalece nuestros sellos institucionales y hace más significativo el aprendizaje de nuestros estudiantes”.
Agregó que actividades como esta permiten a los niños ver de forma vivencial lo que aprenden en el currículum: “Los niños valoran el cuidado del medioambiente y del agua, y esta instancia refuerza esa conciencia”. De esta forma, tal como señalan desde el centro científico, el CEAZA cumple su mandato de realizar ciencia con impacto en las diversas localidades de la Región, desde la recopilación de información científica, hasta la transferencia de estos conocimientos a las comunidades.
