De acuerdo al área meteorológica del CEAZA, la temperatura máxima más alta registrada en la Región de Coquimbo fue en Chillepín, en la precordillera de la provincia de Choapa, en donde la máxima llegó a los 36,1ºC durante este lunes 25 de mayo. Sin embargo lo que más sorprendió fue la máxima experimentada durante la madrugada.
“Hubo algunos lugares que registraron máximas en torno a los 30º C, como por ejemplo Tilama, al interior del río Quilimarí. Entre las 4 y las 7 de la mañana, el termómetro llegó a los 30,5ºC. Por su parte, Combarbalá también destacó con sus temperaturas, alcanzando una máxima de 33ºC antes de las 11 de la mañana y temperaturas cercanas a los 30ºC a las 06 de la mañana”, puntualizó Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA.
Desde el CEAZA confirman que esta situación no se había documentado con anterioridad en la Región de Coquimbo. “Hay registros de temperaturas máximas similares y superiores con eventos de este tipo, como por ejemplo cuando Vicuña llegó a los 38,5ºC en agosto de 2014, pero no se había registrado anteriormente un evento extremo de estas características, con valores en torno o superiores a los 30ºC durante la madrugada. Comúnmente los eventos de viento terral permiten que las temperaturas se mantengan en torno a los 20ºC durante la madrugada en algunas zonas precordilleranas y de valles interiores”, explicó el especialista.
Más allá de lo particular del fenómeno el meteorólogo afirma que la situación de esta madrugada “corresponde a un evento terral debido a que el viento que afectó a distintos lugares durante la madrugada provino desde la cordillera, bajó por los valles y salió hacia la costa, eso junto a valores de humedad relativa muy bajos, por ejemplo Tilama registró una humedad relativa mínima de 8,3% en torno a las 05 de la mañana, mismo momento en que el termómetro marcaba 30,5ºC”.
¿Por qué se produce este fenómeno?
De acuerdo a Luis Muñoz, meteorólogo del CEAZA, estas altas temperaturas se registraron debido a dos fenómenos que se complementaron en sus efectos. “El primero es el tránsito de una anticiclón en altura extremadamente cálido, incluso más cálido de lo que suele haber en un mes de enero. Esta anticiclón en altura permitió el transporte de aire cálido de origen subtropical desde el noroeste de la Región de Coquimbo. El segundo fenómeno es la fase cálida de la vaguada costera, la que permitió que se registraran vientos cálidos y secos del oeste, desde la cordillera hacia la costa, con viento terral en algunos sectores precordilleranos”.
“A la vez ambos fenómenos permitieron que se registrara una situación conocida en meteorología como subsidencia, que consiste en el transporte de aire cálido y seco desde la altura hacia la superficie y en su avance hacia la superficie se produce un aplastamiento del aire y el consiguiente calentamiento”, detalló el profesional del CEAZA.