En la agrupación también participan el Centro Científico CEAZA y el Programa Masmar
Problemáticas como el excesivo crecimiento de picorocos que afecta a los cultivos de ostiones junto con los desafíos que presenta el cambio climático para este sector productivo, motivaron la creación del Consejo de Gestión Sustentable para la Bahía de Tongoy.
La agrupación tiene por objetivo, definir acciones que contribuyan a la adaptación al cambio climático por parte de este sector productivo, esto en base a evidencia científica. El Consejo está formado por 6 integrantes: 4 representantes del sector acuícola, 1 del Programa Masmar y 1 correspondiente al Centro Científico CEAZA. Su conformación busca complementar
“Hacía falta este Consejo para presentar las problemáticas que existen dentro de la acuicultura en Tongoy. Ante el cambio climático hay que tratar de prevenir y tomar decisiones con anticipación”, destaca Heraldo García, representante Cooperativa M31.
“Problemas como el crecimiento excesivo de picorocos que nos está afectando este año, ver soluciones que se puedan llevar a cabo y darlas a conocer para gestionar ayudas. Obviamente, la ciencia será un gran aporte acá”, señala Priscilla Haro, presidenta de Asociación Gremial de Buzos, Pescadores y ramos similares de Tongoy.
“Al conformar un Consejo se podrá defender los intereses de los acuacultores, poner en la palestra pública las dificultades y problemas que se están pasando”, agrega Ivonne Etchepare, gerente de Ostimar.
Claudio Vásquez, gerente corporativo del Centro Científico CEAZA destaca que “uno de los principales objetivos que buscamos es, a través de este Consejo, trabajar en la gestión sustentable de la bahía de Tongoy y también impulsar mecanismos para una adaptación al cambio climático en base a evidencia científica”.
“El cambio climático llegó para quedarse y no sabemos los efectos que tendría. Por lo tanto, el hecho de estar juntos colaborando, pensando y planificando las acciones desde el mundo productivo y científico es la forma en que se deben hacer las cosas”, recalca Guillermo Molina, gerente del Programa Masmar.
El Consejo ya ha avanzado en identificar los principales cambios que han observado en el océano y que afectan directamente a su actividad. Laura Ramajo, investigadora del CEAZA detalla que “dentro de los cambios de las condiciones climáticas, los acuicultores identificaron cambios en la intensidad y en la frecuencia de la surgencia, cambios en los patrones de los vientos, un aumento en la variabilidad de estos vientos, las condiciones del oxígeno, de la temperatura y del ph de la bahía de Tongoy que afecta directamente a la productividad, al tamaño e incrementa la mortalidad en muchos de los casos cuando son muy extremos los eventos”.
Para identificar estos cambios, se realizó “un proceso participativo que surge a partir de una problemática identificada desde la comunidad. En base a esa inquietud es que se empiezan a desarrollar estos talleres donde son los mismos ostioneros que identifican las problemáticas que les afectan”, agrega Jacinta Arthur, investigadora social del CEAZA.