El proyecto es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), y considera obtener una base de información científica de los más de 30 humedales costeros de la Región de Coquimbo.
A fin de relevar la importancia de la red de humedales de la Región de Coquimbo y su trascendente rol ecológico, prontamente el Centro Científico CEAZA comenzará a ejecutar el proyecto “Caracterización red de humedales Región de Coquimbo”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R).
La iniciativa tiene como finalidad establecer una base de información científica para la gestión integrada y puesta en valor de la red de humedales costeros de la Región de Coquimbo, a objeto de asegurar su sostenibilidad y uso racional para todos los sectores de la sociedad.
Cabe destacar que la costa de la Región de Coquimbo posee un gran número de humedales que cumplen un importante rol ecológico y beneficios para la población: son filtros naturales de agua, brindan hábitat a aves migratorias, dan contención frente a riesgos naturales como tsunamis y en el contexto del cambio climático son vitales ya que actúan como sumideros de carbono. Además, son espacios de recreación y bienestar para la comunidad.
Según destaca la directora del proyecto, la encargada del Programa de Ciencia Ciudadana del CEAZA, Paloma Núñez, este trabajo busca aplicar ciencia y poner en valor la red de humedales costeros de la Región de Coquimbo. “Nuestra región tiene más de 30 humedales, de los cuales, su mayoría son humedales costeros. Sin embargo, de esta red no se conocen detalles, algunos están insertos en las ciudades, otros son rurales, otros están altamente estudiados y otros no”.
Conocer para proteger
“Entonces la idea de este proyecto es aplicar un análisis científico a la red de humedales e identificar sus amenazas”, continúa explicando Paloma, añadiendo que también se busca identificar cuáles necesitan acciones con mayor urgencia. “Cuál es el valor de la comunidad alrededor de los humedales, y en base a esta información, levantar datos y generar información científica para equiparar la información que tiene la red, y luego trabajar en conjunto a las comunidades cercanas a estos humedales para poner en valor estos ecosistemas y desarrollar estrategias de protección”.
De acuerdo a Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA, una parte importante del éxito del proyecto se relacionará con las comunidades cercanas a estos ecosistemas. “La idea es que se conserven los humedales, pero que también tengan usos productivos y que sean sustentables. La idea es apuntar a la conservación, pero también a la detección de oportunidades en el turismo. Como CEAZA, tenemos experiencia en vincular la ciencia y el turismo, es por esto que queremos generar información, relatos y finalmente productos que sean de utilidad para operadores turísticos y de esa manera, pensar en planes de manejo que permitan conservar los humedales, pero también, de una manera sustentable, permita a los ciudadanos que viven cerca de estos lugares, encontrar una alternativa para la conservación de estos espacios”.
Por su parte, la gobernadora regional, Krist Naranjo, indica que se desea proteger el número de humedales existentes, “y la gestión sustentable del agua sigue siendo el desafío más importante en una región de recurrentes sequías. Las amenazas a la biodiversidad que se desarrollan en torno a estas fuentes naturales son constantes, y por eso nuestro objetivo es tener una caracterización completa de la red de humedales que tenemos, para saber su evolución y definir de la mejor forma la planificación territorial en base a la protección de la naturaleza”.
Agua y carbono
En tanto, el investigador de CEAZA y miembro del proyecto, Dr. Jaime Cuevas, explica que el trabajo investigativo se desarrollará en torno a 3 módulos de corte científico, uno de los cuales busca determinar la calidad del agua y una posible contaminación, midiendo los niveles de nitrógeno y fósforo. “Y otro módulo implica dar respuesta a una pregunta que no está bien respondida en la actualidad, que es la fuente de agua que alimenta a los humedales, considerando su cercanía al mar y que ingresa al continente, por tanto, no sabemos bien qué proporción del agua que alimenta los humedales es agua dulce y agua salada”.
Asimismo, un tercer elemento, que estará a cargo del científico de CEAZA, Dr. Enrique Ostria, tiene que ver con cuál es la función del humedal para captar el carbono de la atmósfera o para emitirlo, rol clave en el contexto del cambio climático. “El carbono es muy importante, porque es el componente del dióxido de carbono, que es el principal gas de efecto invernadero responsable del calentamiento global, y en este proyecto se busca saber si un humedal captura este carbono y lo retiene, o bien, lo devuelve a la atmósfera”, aclara el Dr. Ostria.
Finalmente, el científico proyecta que se entregará evidencia de una función adicional que tienen los humedales, “en este caso, sería el servicio ecosistémico que ayuda a mitigar el cambio climático; y en otro aspecto, tener mayor evidencia acerca de qué es lo que mantiene al humedal en términos de fuentes de agua, porque sabemos que hay factores que están cambiando las proporciones: está lloviendo menos, hay menos caudales superficiales, pero sabemos que también está el efecto del mar”, añade.