El trabajo busca también dar a conocer las posibilidades que brinda la niebla para alimentar actividades agropecuarias, haciendo uso de redes atrapanieblas ya instaladas en diferentes sectores costeros.
Luego del correspondiente periodo de trabajo e investigación, la comunidad agrícola de Los Tomes, en Canela, pudo conocer los detalles y resultados del proyecto “Retroalimentación positiva para la recuperación de la vegetación xerofítica de neblina en el semiárido chileno”, desarrollado por el Centro Científico CEAZA y CONAF, y financiado a través del “Fondo de Investigación del Bosque Nativo” de CONAF.
El proyecto fue muy bien recibido por la comunidad, como es el caso de Milda Gallardo Collao, profesora de la Escuela Rural Los Tomes, quien destacó que estos proyectos de atrapanieblas “son viables para aprovechar este recurso natural que es la neblina, y poder utilizar esta agua no sólo para la bebida de los animales, sino también, para la recuperación y plantación de la vegetación nativa, que contribuyen a conservar, cuidar y mejorar nuestro medio ambiente”.
Por su parte, Domingo Ossandón, representante de la comunidad agrícola Los Tomes, sostuvo que están muy orgullosos de compartir la experiencia de los arbustos nativos que hay en la comunidad, “y contentos de tener estudios y avances tecnológicos que sirvan para las futuras generaciones, ya que en estos tiempos el factor climático nos afecta mucho, y entonces esto de algo nos va a servir para ir recuperando terrenos, ya que según los datos habrá más neblina que precipitaciones”.
Niebla para adaptarse al cambio climático
La iniciativa buscó identificar aquellas plantas que tienen la capacidad de aprovechar, con mayor eficiencia, el agua de la niebla, a fin de valorar también la vegetación de niebla como un componente del ecosistema que permite captar agua para la propia mantención de las plantas y el suelo; además de dar a conocer las posibilidades que brinda la niebla para alimentar actividades agropecuarias haciendo uso de redes atrapanieblas ya instaladas en diferentes sectores costeros.
En la investigación participan el Dr. Jaime Cuevas, investigador del CEAZA y líder del estudio; el Dr. Enrique Ostria, investigador del CEAZA y co-ejecutor; Catalina Bustamante, biotecnóloga del CEAZA; y Pedro Hernández, consultor en recursos hídricos. Según detalla el Dr. Enrique Ostria, el terreno donde se realizó el diseño experimental fue cedido amablemente por las personas de la comunidad agrícola familiar y campesina, “quienes cumplieron un rol importante cuidando el sector y siempre se mostraron muy abiertos e interesados en el proyecto y en los beneficios que ellos podrían obtener de la captura del agua niebla, en cuanto a litros de agua y a protección y conservación de su flora y fauna nativa”.
El Dr. Ostria explica que esta comunidad se dedica a la crianza de animales y otros a la producción de hortalizas de subsistencia y alfalfa, al mismo tiempo que exploran otros productos que pueden obtener gracias a la captura de niebla. “Por ejemplo, se les sugirió la producción de olivos, pues Pedro Hernández, uno de los integrantes del proyecto, tiene experiencia en materia de riego de estos árboles con agua de niebla”.
Por su parte, Mario Meléndez, Jefe provincial de Conaf Elqui, y ex profesional del Departamento de Bosques y Cambio Climático de esta misma entidad, destacó que los resultados del proyecto son bastante promisorios “en términos de aplicabilidad para todos los sectores que tengan la condición de presencia de neblina, en el escenario actual donde la neblina ha ido en aumento en la región, y hace que el uso de esta pueda ser una solución para combatir el cambio climático y hacer uso productivo del agua, y también, para recuperar el orden natural que existe en estos lugares donde están estos ecosistemas intervenidos”.
Resultados y proyección
En cuanto a resultados, el Dr. Ostria explica que uno de ellos es la cantidad de agua, aún pese a la poca ocurrencia de niebla que hubo durante el periodo de ejecución del proyecto, debido a las condiciones meteorológicas “Se obtuvo agua, y en cantidades importantes, que fueron almacenadas para regar y mantener el experimento, hecho que pudieron ver, y además, apreciar las diferencias entre las plantas que regamos con agua niebla versus las no regadas: matorral xerofítico, donde hay adesmia, palo negro, corontillos, cactus, etc.; resultado visual que ahora pudimos dar a conocer en datos: comparación en crecimiento, número de hojas, número de flores, entre otras variables”.
Se espera que los resultados del Proyecto “Retroalimentación positiva para la recuperación de la vegetación xerofítica de neblina en el semiárido chileno” (código 041/2019) se puedan aplicar en el futuro en predios que cumplan con las características definidas por la investigación, a fin de contribuir a la restauración de sectores intervenidos, y de esta manera, ayudar a la puesta en valor de los ecosistemas de las zonas áridas a través de la recuperación de los servicios ambientales que estos proveen.