La investigación, en la que participó un investigador asociado de CEAZA, invita a la comunidad científica a plantearse preguntas sobre las interacciones ecológicas entre diversos grupos de animales en un tiempo cambiante, considerando que algunos siguen vivos hasta el día de hoy, mientras que otros se extinguieron.
Una reciente investigación paleontológica podría ayudar a comprender las dinámicas de algunos antiguos mamíferos que habitaron el sur de Chile. El citado estudio, denominado “El registro más antiguo de la Tribu Lamini y orden Proboscidea en el margen suroeste de la Cordillera de los Andes: Pleistoceno tardío, huellas de mamíferos en el santuario del bosque fósil de Pelluco”, ha permitido ampliar, en cuanto a escala temporal, el registro de animales de la Tribu Lamini y Orden Proboscidia para el país.
De esta forma, la investigación, liderada por el investigador asociado de CEAZA, Jorge Campos-Medina, ha permitido también reconocer que existen evidencias de estas especies en el país: los antepasados de vicuñas y guanacos, en el caso de la Tribu Lamini (grupo de animales); y antepasados de los gonfoterios , en cuanto a la Orden Proboscidia.
“Los gonfoterios son parientes lejanos de los actuales elefantes que viven en África”, aclara el investigador. “Los gonfoterios se dispersaron por gran parte de América del Sur y su alimentación estaba compuesta por todo tipo de vegetación. En tanto, los animales de la Tribu Lamini eran herbívoros y pastadores, en general”.
Asimismo, precisa el científico, las evidencias halladas van más allá de sus osamentas. “Como son las huellas que se pudieron describir, hecho que permitiría, también, entender sus posibles corredores biológicos y adicionar conocimientos a lo que sucedía durante los periodos glaciales en el cono sur americano”.
¿Y a qué se debió la desaparición de estas especies? Aún no se sabe con certeza, sostiene el científico. “Algunos lo asocian al cambio climático, otros a la acción humana, o incluso, a un posible meteorito. En lo personal, creo que es multifactorial. Igual hay que tener en cuenta que, los animales que hoy en día conviven con nosotros, es probable que en ese tiempo también estaban y solo se extinguieron algunos”.
Huellas en el sur de Chile
La investigación se realizó en Punta Pelluco, localidad de bosque fósil ubicada en Puerto Montt, sur de Chile, y que conserva registros palinológicos (polen, esporas, etc.) y xilológicos (maderas) de la última glaciación (Pleistoceno superior), descubrimientos que se han realizado allí desde 1978. Las icnoespecies (corresponden a un icnotaxon, concepto utilizado para clasificar huellas morfológicamente) identificadas fueron Lamaichnum guanicoe y el Proboscipeda cf. P.australis, siendo los registros chilenos más antiguos de Lamini y Proboscidea (entre 52.300 y 44.300 años atrás).
Al respecto, el especialista detalla que, en Chile, el registro de huellas de mamíferos es escaso, pues sólo existe una publicación al respecto, “realizada por Casamiquela y Chong, el año 1975, donde describen huellas atribuibles a caballos en la costa de la región de Antofagasta. Otro registro se limita a un resumen de un congreso sobre huellas encontradas en la Isla Rey Jorge. Por ello, esta publicación es el primer registro de huellas atribuibles a animales de la Tribu Lamini y del Orden Proboscidea en el país”.
Fotografías y sedimentos
¿Y cómo se desarrolla una investigación de este tipo? El científico explica que, primeramente, se realizan terrenos para identificar las huellas, y luego, se realizan fotografías en alta resolución, y, por lo general, se toman moldes de las huellas. Asimismo, se desarrolla un trabajo de fotogrametría (ciencia de obtener datos confiables sobre objetos físicos mediante el registro, medición e interpretación de imágenes fotográficas), a fin de rescatar la mayor información posible.
“Luego, la información recabada se procesa en software de imagen para hacer los análisis, además de la revisión de una vasta bibliografía, a fin de hacer identificaciones icnotaxonómicas correctas”, añade, junto con aclarar que “a lo anterior, se suma todo el trabajo de obtención de sedimentos, una vez realizada la estratigrafía de la zona, para luego enviarlas a laboratorios en el extranjero, y de esta manera, obtener dataciones que nos permiten acercarnos al periodo temporal en que los animales caminaron y dejaron sus huellas, las cuales perduran hasta el día de hoy”.
Era del hielo en Sudamérica
El investigador precisa también el periodo de tiempo en el que vivieron estos animales de la Tribu Lamini y del Orden Proboscidea. “Considerando los fechados realizados y acotando la edad del depósito de sedimento donde quedaron estas huellas marcadas, corresponden al último periodo del pleistoceno, en palabras simples, al último momento de la llamada era del hielo, momento donde los glaciares empiezan a retroceder desde el oeste al este, dejando valles donde los animales podían transitar”.
En cuanto a la trascendencia de lo recabado por este estudio, el científico comenta que permite adicionar datos, con estudios enfocados desde un punto de vista más paleontológico, respecto a estos animales en el cono sur americano y en este lado de la Cordillera de Los Andes, que era desconocida hasta ahora.
“El estudio de la fauna pleistocénica ha estado mayoritariamente enfocado desde puntos de vista arqueológicos”, detalla. “A diferencia de esta investigación, que se enfoca 100% desde la paleontología y el registro de la fauna durante el pleistoceno, lo cual permite e invita a nuevos investigadores a plantearse preguntas respecto a las interacciones ecológicas entre diversos grupos de animales en un tiempo cambiante, considerando que algunos siguen hasta el día de hoy y otros se extinguieron”, agrega.
Condiciones ambientales de ayer y hoy
Sobre este último punto, el investigador subraya la incidencia de cambios en el ambiente, reconociendo que los cambios faunísticos han pasado y están pasando actualmente. “Hace miles de años atrás, por estos territorios caminaban animales que se extinguieron; podemos inferir una serie de factores que llevaron a que cierto tipo de fauna ya no exista, y uno de esos puede ser la variación de las condiciones ambientales, que puede afectar la ecología de estos organismos, llevándolos al deceso”, aclara.
Finalmente, destaca que reconocer esto es de gran importancia, “sobre todo considerando y dándose cuenta de que hoy en día nuestra incidencia en el cambio climático actual influye en otros seres vivos, acelerando y también generando procesos que impactan de manera negativa a diferentes animales, incidiendo en sus historias de vida”.
Cabe mencionar que en la investigación “El registro más antiguo de la Tribu Lamini y orden Proboscidea en el margen suroeste de la Cordillera de los Andes: Pleistoceno tardío, huellas de mamíferos en el santuario del bosque fósil de Pelluco” participaron también Karen Moreno (U. Austral), Jocelyn Rojas (U. Austral), Gabriel Gómez ((U. Austral), Juan Luis García (Pontificia U. Católica de Chile), Karina Buldrini (Museo Nacional de Historia Natural Chile), Christopher Luthgens (Universitat für Bodenkultur Wiendesactivado, Austria), Esteban Rodríguez (Paleontología y Patrimonio, Curicó, Chile), Ricardo Álvarez (U. Austral), y Ana María Abarzúa (U. Austral).