Las condiciones ambientales en las alturas de la Patagonia son similares a las de los últimos 300 años, de acuerdo al estudio.
El equipo de investigadores analizó la evolución de las condiciones ambientales en una zona particular de la Patagonia: viajaron hasta un pequeño lago ubicado en la zona alta aledaña a Chile Chico, lugar propicio para estudiar la historia de los glaciares y los cambios ambientales relacionados, dada su ubicación y altitud respecto al Campo de Hielo Norpatagónico. Este punto es Laguna Meseta, ubicado en la Meseta de Chile Chico.
“Todos los grandes lagos de esta región en el pasado fueron glaciares, después se fue el hielo, quedó el espacio donde se formó un lago. Entonces todos los extremos más lejanos de la fuente del hielo están limitadas por morrenas, o sea, por el avance de los glaciares. Estos glaciares avanzaron por el fondo de los valles, y en estas zonas es donde más estudios hay sobre la evolución pasada del paisaje y el ambiente, pero por otro lado, hay muy pocos estudios en las zonas altas. Quisimos ir a las zonas altas para buscar alguna señal distinta a la que ya todos conocen, por eso nos fuimos a las partes altas de la región”, indica el Dr. Antonio Maldonado, investigador del área de Geociencias de CEAZA.
Mediante el análisis de 3 metros de sedimentos del fondo del lago, utilizando datación por radiocarbono, los investigadores determinaron que los sedimentos se acumularon en los últimos 10,000 años.
Según los resultados, hace más de 10,000 años, el hielo de la última gran glaciación comenzó a retirarse de la Meseta Chile Chico. Esto creó condiciones más cálidas y secas, lo que hizo que los glaciares retrocedieran y permitieran la acumulación de menos sedimentos minerales en el lago.
Al principio de este período (es decir, 10.000 años atrás) la productividad del lago (vida y actividad biológica en el agua) era alta, pero después disminuyó. Hubo dos períodos más húmedos (hace 7,000–6,500 y 6,200–5,900 años), pero en general, las condiciones favorecieron la acumulación de sedimentos biológicos en el lago.
La diferencia entre los sedimentos es importante ya que los sedimentos biológicos pueden provenir de restos de la descomposición de organismos vivos, mientras que los sedimentos minerales pueden provenir de la erosión del suelo y los materiales presentes en el mismo.
Los cambios de temperatura, precipitaciones y el movimiento de los glaciares crearon condiciones específicas para las alturas de la Patagonia. “En general, en cualquier parte de Chile y del mundo, si tienes un valle y una zona alta, la vegetación va a estar dividida en pisos altitudinales. Porque mientras más alto estás en la cordillera, hace más frío. Entonces es más restrictivo en términos de frío”, señala el investigador de CEAZA.
Además, el Dr. Maldonado indica que la actividad volcánica también fue relevante. Por ejemplo, hace 8,300 años atrás, la Laguna Meseta recibió cenizas de una gran erupción del Volcán Hudson, lo que dejó una capa de depósitos volcánicos en el fondo del lago.
“Puedes diferenciar distintas erupciones del volcán Hudson, que son la H0, H1, H2 y H3, son súper conocidas. Son erupciones grandes y aparecen en muchas partes de la Patagonia. Te sirven como marcadores temporales, porque ya sabes un poco la edad de ellas”, explica.
Finalmente, durante los últimos 900 años en la zona, la entrada de sedimentos minerales disminuyó. Hace unos 300 años, la acumulación de sedimentos se estabilizó y fue controlada principalmente por la vida en el lago, sin grandes cambios hasta el presente. Esto indica que las condiciones ambientales actuales en la Meseta Chile Chico son similares a las de los últimos 300 años.
Cabe mencionar que los cambios en el tamaño y origen de los sedimentos coinciden con los períodos de avance y retroceso de los glaciares en la zona hasta el Holoceno tardío. Sin embargo, no se sabe con precisión cuándo se retiraron completamente los glaciares, ya que no hay fechas exactas de morrenas en la meseta.
El registro de sedimentos en un lugar como Laguna Meseta es muy valioso para entender cómo han cambiado las condiciones ambientales en las zonas altas de la Patagonia en los últimos 10,000 años, gracias a su ubicación y a que ha sido poco influenciada por la actividad humana.
Analizar la dinámica ambiental en estos lugares poco estudiados nos ayuda a comprender de mejor manera como se comporta el sistema climático, estamos en una zona en la que a la misma latitud, unos poco kilómetros al Oeste está el Campo de Hielo Norte, sin embargo pocos kilómetros al Este se encuentra la Estepa Patagonia, dos ambientes muy contrastantes, lo que nos dice que en esta zona el gradiente ambiental es extremadamente abrupto, lo que requiere el análisis de los distintos ecosistemas, para una comprensión acabada de la historia ambiental de la zona.
La investigación fue publicada en European Geosciences Union y liderada por Carolina Franco, de la Universidad de Bremen, Alemania, junto a otros investigadores provenientes de la misma Universidad e investigadores del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Alfred Wegener Institute Helmholtz Centre for Polar and Marine Research (AWI), Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) y el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP).
El Consorcio CEAZA está integrado por el Gobierno Regional, Universidad de la Serena (ULS), Universidad Católica del Norte (UCN), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).