Efectos del cambio climático en la Región de Coquimbo: Preguntas y respuestas esenciales para entender el cambio climático a nivel local

En el Día Internacional del Cambio Climático, el Dr. Limbert Torrez, investigador del Centro Científico CEAZA, aborda puntos fundamentales para comprender más acerca del cambio climático en la Región de Coquimbo. 

¿Cómo ha cambiado el clima en la Región de Coquimbo en las últimas décadas?

La Región de Coquimbo se caracteriza por ser una zona de clima semi-arido y ha experimentado cambios significativos en precipitaciones y temperaturas asociadas en parte al cambio climático de origen antropogénico (provocado por el ser humano) en la última década. En este periodo se ha evidenciado una consistente disminución de la precipitación y un incremento de la  temperatura, reflejados en una disminución del caudal de distintas cuencas y la disminución en la precipitación durante el periodo conocido como la mega sequía. 

En términos generales, la disminución de la precipitación está asociada con patrones climáticos de gran escala, incluida la influencia del ENOS (El Niño Oscilación Sur), fuertemente correlacionado con la variabilidad de precipitaciones en la región. (Verbist et al. 2010). Además, el análisis del Índice de Precipitación Estandarizado (IPS) revela una reducción significativa de las precipitaciones en las últimas décadas.

¿Cuánto aumentará la temperatura?

El aumento de la temperatura en la Región de Coquimbo también es una preocupación apremiante. Las proyecciones sugieren que las temperaturas promedio pueden aumentar entre 2 y 4 °C, lo que exacerbaría las condiciones ya difíciles para la disponibilidad de agua y las prácticas agrícolas (Pizarro-Araya et al., 2009). La región ha pasado de un clima templado a uno cálido, lo que ha afectado a los ecosistemas locales y la viabilidad agrícola (Verdugo-Vásquez et al., 2023). La interacción entre el aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones crea un escenario de creciente aridez, lo que plantea riesgos tanto para los sistemas naturales como para los seres humanos (Aitken et al., 2016). Esta tendencia se ve respaldada además por estudios que indican que la temperatura media anual en la región ronda los 14,6 °C, con tasas de evaporación que superan significativamente las precipitaciones (Berkh et al., 2019).

¿Qué consecuencias tiene para la comunidad y actividades productivas?

Las implicaciones de estos cambios climáticos son profundas. El sector agrícola, que es crucial para la economía local, enfrenta desafíos debido a la escasez de agua y las condiciones de crecimiento alteradas. Los impactos hidrológicos del cambio climático son particularmente preocupantes para las cuencas impulsadas por el deshielo, donde los cambios en los patrones de temperatura y precipitación pueden provocar cambios dramáticos en la disponibilidad de agua (Vicuña et al., 2010). Además, la vulnerabilidad de la región al cambio climático se ve agravada por factores socioeconómicos, ya que las comunidades locales pueden carecer de los recursos para adaptarse eficazmente a estos cambios (Hurlbert y Gupta, 2016).

¿Cómo cambiará el clima en las próximas décadas? ¿Es posible proyectar la tendencia de temperatura y precipitaciones?

Las tendencias históricas muestran una disminución de precipitaciones en general para toda la región, además de un incremento de la temperatura en la regiones de mayor elevación, en contraste con la tendencia al enfriamiento en las regiones costeras. Estas tendencias también se pueden observar en las proyecciones climatológicas a largo plazo, que muestran en la mayoría de los modelos, una marcada disminución de la precipitación para finales de siglo además de un incremento generalizado de la temperatura. 

En términos generales ¿Cómo proyectan  los científicos el clima del futuro?

Las proyecciones climáticas a largo plazo se basan en Modelos Climáticos Globales (GCMs, por sus siglas en inglés), que simulan las interacciones entre la atmósfera, los océanos, la criosfera, la biosfera y la superficie terrestre. Estos modelos se basan en principios físicos bien establecidos, como las ecuaciones de movimiento atmosférico, las leyes de conservación de energía y el transporte de calor y humedad.

¿Por qué es complejo realizar proyecciones del clima futuro?

Las proyecciones climáticas enfrentan tres tipos principales de incertidumbre. La primera es la incertidumbre relacionada con los escenarios de emisiones, ya que el futuro depende de factores impredecibles como las políticas climáticas, el desarrollo tecnológico y el comportamiento económico, lo que da lugar a diferentes trayectorias posibles de emisiones de gases de efecto invernadero. Los modelos se ejecutan bajo varios escenarios (RCP o SSP) para captar esta gama de futuros posibles.

La segunda es la incertidumbre de los modelos climáticos, ya que cada modelo tiene formas ligeramente diferentes de representar procesos físicos complejos, como las nubes o las interacciones entre los océanos y la atmósfera. Finalmente, está la incertidumbre por variabilidad natural o interna, que se refiere a las fluctuaciones inherentes en el sistema climático, como los fenómenos de El Niño, que introducen variabilidad en las proyecciones a corto y mediano plazo, independientemente de los cambios en las emisiones.

El Consorcio CEAZA está integrado por el Gobierno Regional, Universidad de la Serena (ULS), Universidad Católica del Norte (UCN), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA).