El encuentro formó parte del programa Módulo Educativo Experimental (MAEX) impulsado por el Centro Científico CEAZA, que promueve la enseñanza de la ciencia en liceos agrícolas de la Región de Coquimbo para impulsar una agricultura más sustentable y a adaptada a la escasez hídrica.
Con el objetivo de fortalecer la educación técnica agrícola frente a los desafíos del cambio climático, se realizó el Encuentro Regional AgroEstudiantil Coquimbo 2025, desarrollado por el Centro Científico CEAZA en el Liceo Polivalente Padre José Herde Pohler de Canela. La jornada reunió a estudiantes y docentes de liceos agrícolas de la región, quienes presentaron los resultados de ensayos orientados al mejoramiento de suelos agrícolas.
Ciencia aplicada al aula
El ensayo regional se implementó en tres localidades: Hurtado, Gabriela Mistral y Canela, con el propósito de evaluar tres tratamientos para la mejora del suelo agrícola. A través del trabajo práctico, los estudiantes analizaron la influencia de distintos métodos en la productividad del cultivo de lechuga y reflexionaron sobre su impacto en la sustentabilidad local.
Pilar Molina, encargada de transferencia del conocimiento de CEAZA, destacó los avances del programa: “Estamos celebrando esta última fase del módulo educativo experimental de bioparámetros agrícolas y mejoramiento de suelo. Los estudiantes presentaron sus resultados de las parcelas experimentales y los hallazgos fueron realmente sorprendentes. Los niños fueron científicos ciudadanos que analizaron, experimentaron y hoy pueden recomendar alternativas sostenibles para mejorar la agricultura regional”, señaló.
Innovación educativa frente al cambio climático
El MAEX, impulsado por CEAZA, busca entregar herramientas y conocimientos científicos a estudiantes técnicos agrícolas para mejorar las prácticas productivas y fomentar la adaptación al cambio climático en zonas áridas. El curso incluyó seis módulos temáticos, desde la germinación hasta el análisis de datos, y se complementó con una bitácora de indagación. Mediante esta metodología, los estudiantes asumen un rol activo en su aprendizaje, incorporando conceptos de ciencia y tecnología aplicados a su entorno.
Sobre la iniciativa, Ernesto Prados Cortés, director del Liceo Polivalente Padre José Herde Pohler, comentó: “Estamos buscando alternativas para reencantar a nuestros jóvenes con el mundo rural. Queremos que vean la especialidad agropecuaria relacionada con la ciencia, la tecnología y la agricultura familiar sustentable. El trabajo con CEAZA lo está haciendo posible”.
Asimismo, el estudiante Yoan Pérez, del mismo liceo, valoró la oportunidad de aprendizaje práctico: “Participar en este programa fue muy grato. Aprendimos de expertos sobre el cuidado del suelo y descubrimos que hay opciones más efectivas y sustentables que las que usábamos habitualmente, como reemplazar el guano por compost o materia orgánica más viva”, comentó.
Respecto al programa, Williams Arancibia, agrónomo y encargado de los ensayos de campo de CEAZA, explicó que uno de los principales aportes fue conocer la composición de los suelos de cada liceo y además destacó los aportes de esta experiencia a la vida de los estudiantes: “Lo veo como una oportunidad para que las nuevas generaciones interactúen con la ciencia desde sus propios colegios, conozcan el método científico, se hagan preguntas y generen sus propias hipótesis. Es un aprendizaje que no solo sirve para la agricultura, sino también para la vida diaria.”
El Encuentro Regional AgroEstudiantil marcó el cierre del ciclo anual del programa MAEX, consolidando una experiencia que integra la ciencia en la formación técnica agrícola de la Región de Coquimbo. En la instancia estuvo presente Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA, Leonardo Cifuentes, representante del Instituto Forestal (INFOR) y los profesionales a cargo del programa.
Charla magistral
La jornada también incluyó una charla magistral a cargo de la investigadora Claudia Bavestrello (INIA), titulada “Utilización de macroalgas como bioinsumo para restaurar agroecosistemas”, reforzando la conexión entre innovación científica y prácticas aplicables al contexto agrícola de la región. La investigadora entregó detalles de su proyecto FONDEF iniciado el año 2024 y cuyo objetivo es revalorizar residuos de algas de la playa Changa, las que pueden transformarse en bioinsumos para restaurar agroecosistemas porque mejoran el suelo y la salud de las plantas.
