Un equipo científico internacional determinó que durante la megasequía iniciada el año 2010, la acumulación anual de nieve sobre los glaciares alcanzó un déficit de hasta un 66%, provocando una reducción en el volumen de glaciares de Los Andes de Chile y Argentina. ¿Pero qué pasará en el futuro si se repite una megasequía similar? ¿Qué ocurrirá con las reservas de agua de la cordillera? Son parte de las preguntas planteadas en investigación científica recientemente publicada en Communications Earth and Environment.
Una parte del agua dulce que consumimos a diario y que permite nuestra subsistencia, proviene de los glaciares que se encuentran en la alta montaña. Sin embargo, el cambio climático y factores locales como la prolongada sequía iniciada el año 2010, han provocado la reducción del volumen de estas grandes masas de hielo, y por lo tanto, ponen en peligro a dichas reservas de agua vitales para nuestra sociedad.
¿Pero qué pasará en el futuro si se repite una megasequía similar? ¿Qué ocurrirá con las reservas de agua de la cordillera? Un grupo de científicos de Chile, Suiza Austria y Nueva Zelanda se abocaron a la tarea de entender y cuantificar cómo respondieron los 100 glaciares más grandes de la Zona Central de Chile y Argentina a la reducción de precipitaciones producida por la megasequía. Sumado a lo anterior, realizaron proyecciones climáticas para plantear cuál sería el escenario hídrico en el año 2100.
El Dr. Álvaro Ayala, investigador de CEAZA y WSL, plantea que “nos interesaba saber qué pasará en el futuro si se produce una megasequía similar, considerando que los glaciares serán más pequeños debido al calentamiento global proyectado para las próximas décadas”.
Un hecho interesante identificado por la investigación, es que el aporte hídrico de los glaciares no disminuyó de manera importante durante la megasequía, debido a que el derretimiento de hielo contrarrestó la falta de precipitaciones. “Nuestros resultados muestran que el derretimiento acelerado del hielo ayudó a compensar la reducción de las nevadas, manteniendo el caudal de agua de deshielo proveniente de los glaciares”, indica el Dr. Álvaro Ayala.
“Pero, si una megasequía similar ocurre más adelante en este siglo, esta capacidad de amortiguación se verá gravemente reducida debido a que el tamaño de los glaciares será menor”, destaca el líder de esta investigación.
“Ante esta situación, el mensaje más directo que podemos dar es: necesitamos estar preparados para reducciones de caudal aún más fuertes que las observadas en años recientes. Para esto es importante construir sistemas hídricos que puedan reaccionar rápidamente a situaciones de escasez como las sequías, priorizando usos. Es conveniente que la construcción de estos sistemas sea inclusiva para que todos los actores estén alineados en estas emergencias”, enfatiza el científico.
¿Desaparecerán algunos glaciares?
La reducción de la precipitación sobre los glaciares fue evidente de acuerdo a las cifras entregadas por la investigación científica “Less water from glaciers during future megadroughts in the Southern Andes” publicada en Communications Earth and Environment. “Calculamos que durante el periodo 2010-2019 la precipitación sobre los glaciares disminuyó alrededor de un 36% en relación al periodo 2000-2009. Incluso en algunos años extremos, como 2019, el descenso alcanzó el 66%”, precisa el Dr. Ayala, líder de la investigación.
Para las próximas décadas se espera que los glaciares sigan retrocediendo en respuesta a los niveles de emisión proyectados. El Dr. Ayala destaca que “hacia finales de siglo, nuestro equipo calcula que el volumen de los glaciares más grandes de la Zona Central de Chile y Argentina será alrededor de entre 55% y 78% más pequeño, dependiendo de la severidad de las emisiones de gases de efecto invernadero”.
“En el escenario más severo que analizamos, calculamos que entre 15 y 44 glaciares de mayor tamaño desaparecerán. Como sólo trabajamos con los 100 glaciares más grandes, es posible que muchos otros glaciares más pequeños desaparezcan también”, indica el investigador científico.
¿Cuáles glaciares desaparecerían? El estudio plantea que las proyecciones más severas muestran la desaparición de algunos glaciares emblemáticos, tales como los glaciares Esmeralda (Región Metropolitana), Universidad (Región de O’Higgins), y también el Tapado (Región de Coquimbo). Sin embargo, es posible que los sectores de hielo glaciar cubierto por detritos (fragmentos de roca y sedimentos) puedan mantenerse aún debido a su efecto aislante. Por ejemplo, el glaciar Pirámide en la cuenca del río Yeso (Región Metropolitana) podría mantener un volumen de hielo importante debido a que se encuentra totalmente cubierto, pero son casos particulares que deben estudiarse con más detalle.
Trabajo colaborativo
Los resultados de este trabajo constituyen un aporte clave para comprender cómo las megasequías futuras podrían afectar la disponibilidad de agua en la región andina. La investigación “Less water from glaciers during future megadroughts in the Southern Andes”, publicada en Communications Earth and Environment, fue realizada por Álvaro Ayala (CEAZA-WSL) y Eduardo Muñoz-Castro (UCH-WSL-CERC-ETH) con el apoyo de Daniel Farinotti (ETH-WSL), David Farías-Barahona (UdeC), Pablo A. Mendoza (UCH-USACH), Shelley MacDonell (CEAZA-, James McPhee (UCH), Ximena Vargas (UCH) y Francesca Pellicciotti (ISTA).