En presentación realizada en las dependencias del centro científico CEAZA, el Dr. Róger Madrigal, del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) de Costa Rica se refirió a la experiencia de la institución que representa y de su país en temas medio ambientales, específicamente de servicios ecosistémicos.
En la oportunidad el Dr. Madrigal, especialista en manejo comunitario de recursos comunes y adaptación local al cambio climático, planteó diversas aproximaciones que ha adoptado el CATIE para estudiar este aporte del entorno.
¿Pero qué son los servicios ecosistémicos?
Según el investigador son todos los beneficios que recibe el ser humano de las funciones del ecosistema. Por ejemplo, pesca, agua, minerales, madera, etc. Explica que algunos son más difusos, como los de carácter cultural (ríos conectados con la religiosidad humana, como el Ganges en India); o estética como los que brinda un paisaje a un turista.
También asegura que existen otros aportes de estos servicios como la regulación del clima generada por diferentes fenómenos de la naturaleza, la producción primaria vegetal y el ciclaje de materia orgánica que aporta a la riqueza de los suelos, entre otros.
¿Y de qué serviría identificarlos?
Básicamente, permitiría generar una idea de lo que aporta un ecosistema a la sociedad o a determinada comunidad, con el fin de valorar, desde distintas perspectivas, su existencia, sustentabilidad o prescindencia.
Madrigal explica que el CATIE ha contribuido por medio de herramientas de valoración económica del ambiente a diseñar diversas políticas para su conservación y restauración, entre las que destacan las estrategias para financiamiento sostenible de áreas protegidas, y los pagos por servicios ecosistémicos, entre otros. Todo esto en un contexto como el de Costa Rica, que cuenta con una tradición de décadas de protección del medio ambiente, reflejada en una legislación protectora del entorno, altamente restaurado, con ordenación territorial específica y que inclusive cuenta con pagos por servicios medioambientales de los ciudadanos. “En temas de consumo de agua en la Provincia de Heredia, se carga una tarifa, destinada a la conservación de áreas de protección de la cuenca”.
Valoración económica de un servicio ecosistémico
El científico aclara que la valoración económica de un determinado servicio ecosistémico no pasa por poner precio directamente al bosque, al mar o otro determinado hábitat o recurso que los humanos utilicemos. Más bien son los beneficios sociales, económicos, de recreación, entre otros, asociados al uso y no uso de los mismos los que se cifran.
“Lamentablemente, muchos de estos beneficios no se pueden medir ni valorar, como por ejemplo los servicios de carácter cultural. En otros casos, tratamos de aproximar estos valores a través de la observación de las decisiones de las personas que los usan. Así por ejemplo, si quisiéramos conocer la valoración económica de un turista al visitar un sitio natural y disfrutar de su belleza escénica, una aproximación podría ser conocer los gastos en que incurrió para llegar al mismo”, detalla.
Valoración social frente a la económica individual
El Dr. Madrigal también se refirió al conflicto que se produce entre el beneficio social del uso de servicios ecosistémicos y el interés económico que puede requerir prescindir o afectar ese mismo bien ambiental. Desde su perspectiva, estos problemas son multifactoriales y no existe un solo instrumento que pueda dar una solución mágica al conflicto.
“El problema de fondo es de incentivos. Inevitablemente toca temas de manejo de política y de grupos de presión. Además, se complica con perspectivas de costos y beneficios diferidos en el tiempo. Quizá el problema que se vive, por ejemplo en minería en Chile y otras regiones del mundo, es que observamos una cantidad importante de beneficios en el corto plazo, que no necesariamente se mantendrán en el tiempo, versus una corriente de beneficios diluidos en el tiempo, menos tangible, no necesariamente expresables en términos monetarios, pero no por ello menos importante. Entonces, es muy difícil, en términos de diseño de políticas, que tienen que pasar por negociaciones, con grupos de presión, intereses muy fuertes, políticos y económicos de corto plazo, de convencer de que es más deseable obtener beneficios en el mediano y largo plazo, en forma de gotitas, que los beneficios en el muy corto plazo de la industria extractiva, la cual además aumenta la competencia por el uso de otros recursos como podría ser el agua. Eso, creo no es solo el dilema de la minería. En realidad estas cuestiones están asociadas al deterioro de los ecosistemas en muchas partes del mundo”.
El investigador también plantea que debido a que los intereses pueden ser muy diversos, a veces se satanizan proyectos productivos de manera injusta, también con el fin de obtener algún beneficio de esa actividad. Señala que frente a este panorama se deben buscar soluciones integrales o que ataquen distintos frentes. Una posibilidad sería que los países trabajen más fuertemente en la regulación ambiental de estas industrias. También se requeriría un cambio a nivel educacional muy fuerte, entre muchos otros que ayudarían a lidiar con el problema.
El Dr. Madrigal viene invitado a Chile por el Proyecto de Servicios Ecosistémicos (ProEcoServ), a realizar diversas charlas y actividades en Antofagasta y San Pedro de Atacama.
ProEcoServ
ProEcoServ es un proyecto financiado por el Banco Mundial a través de GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial; Global Environment Facility) e implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en colaboración con el Ministerio de Medio Ambiente de Chile. Este trabajo implementando en la comuna de San Pedro de Atacama, busca contribuir al manejo sustentable de los ecosistemas, a través de la generación de herramientas que puedan facilitar la toma de decisiones que estén orientadas al bienestar humano a nivel local, nacional e internacional. La iniciativa forma parte de una experiencia de evaluación y valoración de servicios ecosistémicos mayor, que incluye Vietnam, Trinidad y Tobago y Sudáfrica-Lesoto.
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