Libro fue presentado oficialmente en el centro de extensión de la Universidad de La Serena.

Libro tricahue 16
Dr. Renzo Vargas

El doctor Renzo Vargas (ULS-CEAZA-IEB) es, junto a su colega Francisco A. Squeo (ULS-CEAZA-IEB), editores de este texto, que es producto de cuatro años de investigación, y que como él mismo explica, pretende “hacer accesible la realidad de esta especie al público general”, de una manera más simple y visual. De hecho, se trata de una publicación con muchas fotos que ilustran la actividad y vida de esta ave en el Norte de Chile, que aporta información novedosa e interesante y que incluso se puede obtener en su versión digital a través de la página del Departamento de Biología de la Universidad de La Serena (ULS).

“Estamos empezando a entender la importancia ecológica del loro Tricachue como especie y el rol que cumple en su sistema ecológico. Esta ave es consumidora de semillas de arbustos y árboles de su entorno y, además, las dispersa a distintos lugares. Por ejemplo, es posible encontrar semillas de plantas de forraje, de las cuales se alimentan, cerca de los lugares de reproducción o loreras, pese a que estos arbustos generalmente están alejados de ellos. El loro lo que está haciendo es mover, dispersar y favorecer el flujo genético de la vegetación de la que se alimenta” explica Vargas.

El especialista añade que este animal también participa en la regulación de la abundancia de plantas porque consume las semillas. “Hay otros sitios en el Sur de Chile donde también se ha visto que el loro es capaz de consumir el néctar de flores del chagual. Por tanto, podría ser un polinizador de estas especies”.

Poblaciones más antiguas en Chile

Por lo que se sabe de la evolución genética y evolutiva, el loro Tricahue habita en esta parte del mundo hace al menos treinta mil años. En cautiverio, es capaz de vivir alrededor de veinte años y algo menos de manera silvestre. Un aspecto interesante es que también se encuentra distribuido en Argentina y Uruguay. A lo largo de toda su área de distribución entre estos dos países y Chile, existen cuatro subespecies, que al otro lado de la cordillera se conocen como loros barranqueros.

“Un estudio realizado por un biólogo argentino, descubrió que las poblaciones más ancestrales de la especie se encuentran en Chile. De hecho, la subespecie que se encuentra en este país es endémica, es decir, está solo en este país. Y de esta subespecie endémica han derivado las que están en Argentina y Uruguay. Por lo tanto, el tiempo que ha estado presente acá es muy largo y el valor de la subespecie chilena es muy alto para toda la especie en general”, destaca el científico.

Amenazas

Captura de pantalla 2014-02-25 18.03.16El Dr. Vargas explica que el loro Tricahue está expuesto a diversas amenazas, principalmente generadas por influencia humana (antrópica). Las principales serían degradación de su hábitat, por el desarrollo productivo que deterioraría los diversos ambientes en que los loros desarrollan distintas fases de su vida.

“La construcción de carreteras en algunos lugares ha afectado las loreras reproductivas, dejándolas inútiles e inaccesibles. El desarrollo de proyectos mineros también puede afectar en el mismo sentido. La producción de carbón repercute en la presencia de las especies de plantas que sirven de alimento al loro. La explotación agrícola, a gran escala, también implica la remoción de una gran cantidad de plantas que normalmente son su alimento y del agua que es vital para los Tricahues. Por otro lado, la cacería, que hasta hace un tiempo se pensaba que ya no era una amenaza, descubrimos que aún lo es y que a través de este método se venden a precios exorbitantes”, afirma.

Preservar la especie

Como producto de este proyecto, se ha creado el programa para la conservación del loro Tricahue, liderado por estos mismos especialistas en la Universidad de La Serena, quienes desarrollan actividades en el ámbito de la investigación, la educación y la gestión para la conservación.

“La región no se caracteriza por tener áreas protegidas para la conservación de la biodiversidad pero si tienen grandes áreas productivas. Es por eso que necesitamos por un lado, crear áreas protegidas para los sitios clave de las especies y, por otro lado, lograr además su conservación en los ambientes productivos, tal que el desarrollo y la conservación de la biodiversidad en general y de los Tricahues en particular, sea posible”. Libro tricahue 12

El especialista hace hincapié en que se necesita transmitir esta información que se ha generado a la mayor cantidad de público posible, sobre todo a las nuevas generaciones, a los niños y a los jóvenes, como también a los tomadores de decisiones.

“La participación de la gente en programas de educación y conservación es muy importante. Hay personas que viven cerca de los loros que les tienen un gran aprecio, como relatan en el libro Doña Petronilla Vallejo y  Don Orlando Marambio. Por otro lado, la cooperación interinstitucional es fundamental. El trabajar con otras organizaciones como CONAF, SAG, la ULS, y empresas privadas como Barrick, empresa que financió este texto, es la clave y muestran el camino a seguir. Entre todos estamos colaborando para poder favorecer la conservación de la especie”.

 

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