Finalizado abril, persisten las anomalías por sobre +1°C, lo que se asocia al desarrollo de un evento de El Niño de señal todavía débil.
Finalizado abril, persisten
las anomalías por sobre +1°C, lo que se asocia al
desarrollo de un evento
de El Niño de señal todavía
débil.

Sin embargo, abril se convirtió en el  mes con menor nivel de agua embalsada de todo el período analizado (2008-2015) por CEAZA.

Según la última edición del boletín climático CEAZA del mes de abril las condiciones de desarrollo del evento El Niño en las costas de Chile persisten e incrementan en magnitud.

“La tendencia apunta a un fortalecimiento de éste durante finales del primer semestre de 2015, pasando de Niño débil a Niño moderado, lo que propiciaría un invierno con condiciones por sobre lo normal en el régimen de precipitaciones, lo que variará dependiendo del alcance en magnitud que pueda adoptar este evento de El Niño”, se explica en el documento.

Pese a este panorama, el informativo señala que no se espera una recuperación de los embalses y caudales durante al menos parte de 2015 y el déficit hídrico regional se mantendría.

Efectos en actividad acuícola

Por otro lado, en el documento se manifiesta que según la agencia europea de pronósticos (European Centre for Medium–Range Weather Forecast, ECMWF), se proyecta que para el trimestre mayo–junio–julio la temperatura superficial del mar en la Región de Coquimbo presentaría anomalías entre 0 a 1°C, con tendencia al alza.

“Los valores estarán por sobre el promedio climatológico, lo que podría tener impacto en las actividades acuícolas, las que son —en general— afectadas por valores anómalos de esta variable”.

En este sentido, la Dr. Katherina Brokordt, especialista en ecofisología de organismos marinos del CEAZA, advierte que si bien los cambios de temperatura en el océano pueden complicar algunas actividades acuícolas, para otras puede tener efectos positivos.

“En el caso del ostión del norte, que en la Región de Coquimbo se encuentra en su límite sur de distribución, las temperaturas más altas son beneficiosas para la productividad de este recurso. En nuestros estudios ya hemos observado mayores niveles de maduración gonadal, crecimientos larvales más acelerados y mayores niveles de asentamiento de juveniles. Todos estos procesos que favorecen a la actividad de cultivo de esta especie”.

En relación a las temperaturas en la atmósfera, se espera que tengan valores ligeramente por sobre lo normal durante gran parte del presente año. Por otro lado, el boletín advierte que los caudales continúan con un déficit regional de 67 % y los embalses, con déficit de 93 %, aproximadamente.De esta manera, abril se convierte en el  mes con menor nivel de agua embalsada de todo el período analizado por CEAZA (2008-2015).

Para el caso de las precipitaciones y valores de nieve, se mantendría el superávit en sus valores, producto del evento observado durante el mes de marzo.

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