En la oportunidad la Dra. Shelley MacDonell explicó a los consejeros regionales que la pérdida de nieve en la cordillera, por sublimación en la zona (paso de sólido a vapor, sin convertirse en líquido) es en promedio de 60%, lo que implica que un gran cantidad de agua vuelve a la atmósfera, sin convertirse en recurso utilizable en las cuencas.
Además, propuso como una manera de aprovechar este recurso, antes de sublimarse, y como una forma de probar un potencial aumento de disponibilidad de agua en la cuenca, la construcción de barreras de nieve en laderas claves de la cordillera de la Región de Coquimbo. Estas serían estructuras de madera de 100 mt. de largo, por entre 2 y 4 de alto, que permitirían atrapar el agua en ese estado y que quedaría disponible para el deshielo y escurrimiento a los ríos.
La investigadora también señaló en la ocasión que la Región cuenta con cerca de 864 glaciares rocosos (forma de glaciar bajo tierra), cerca de unas 4945 hectáreas, 183 pequeños glaciaretes, con un total de 620 hectáreas, y 18 glaciares blancos que ocupan unas 842 hectáreas, aproximadamente, según datos recogidos por la Dirección General de Aguas.
Informó que el Glaciar Tapado en la Cordillera del Valle de Elqui aporta entre el 3% al 6% del recurso hídrico medido en el sector de Algarrobal, número que aumenta entre un 8 a 15% en el verano, con los deshielos, y también en épocas de escasas precipitaciones. En relación a los glaciares rocosos, indicó que aun se sabe muy poco sobre ellos como para conocer la manera en que contribuyen al balance hídrico de las cuencas de la zona.
Con respecto al Glaciar Tapado, específico que la sublimación en el lugar llega al 40% y, entre 1956 y 2010, un 15% del cuerpo de hielo habría pasado de glaciar blanco a cubierto y rocoso.
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