La instancia implica aporte al capital humano y la comprobación en terreno de hipótesis científica.
Como parte de un convenio que sostiene la entidad educativa con el centro científico, las alumnas Jennifer Carvajal y Constanza Cariqueo, de cuarto medio, comenzaron su práctica técnico-profesional en CEAZA, que combina tanto el trabajo de laboratorio como el de campo. A través de esta labor las estudiantes validarán una hipótesis ya comprobada en laboratorio por el grupo de biotecnología y recursos genéticos del centro de investigación, en el ámbito de la adaptación de cultivos de lechuga al estrés hídrico.
A juicio del Director de la Escuela, Guillermo Díaz, esta oportunidad es fundamental desde el punto de vista pedagógico y comunitario. Además, el representante afirma que permite ahondar y avanzar en el convenio que la Escuela mantiene con CEAZA.
“Para nosotros es innovador. No es lo regular para nuestros estudiantes que se desarrollan generalmente solo en terreno. Esperamos seguir fomentando estos vínculos. Además, es primera vez que se realiza un vínculo de esta naturaleza, que relaciona ciencia, empresa y la comunidad, que en este caso es nuestra escuela”.
Para las adolescentes también significa un cambio interesante en relación a lo que ellas han enfrentado en su proceso educativo y a lo que regularmente sus compañeros han desarrollado como práctica. Ambas están convencidas que se trata de valor agregado que brindará mejores herramientas para su futuro laboral y será un aporte a la sociedad.
“Me parece que es una gran instancia para aprender, porque son conocimientos que otros compañeros no tendrán. No menospreciando la práctica que ellos realizarán, pero la de nosotras tendrá otro tipo de perspectiva en relación a lo que estamos estudiando”, opina Jennifer Carvajal.
“Para mi es interesante, porque nunca había escuchado hablar de esto. Realmente es creativo y si funciona ayudará a muchas personas también, especialmente pensando en que estamos en sequía”, añade Constanza Cariqueo.
Detalles del trabajo
Según explica Jimena Soto, jefa de campo de la Escuela Familiar Agrícola “Valle del Elqui”, el trabajo comprende dos etapas: una es la inoculación de la raíz de lechugas con hongos endófitos antárticos (organismo que vive dentro de la planta) que han permitido la adaptación de este cultivo a riego con poca agua, en laboratorio. La segunda es en terreno, en las dependencias de la Escuela Familiar Agrícola “Valle del Elqui”, donde se plantarán las hortalizas en tierra, para ver si su comportamiento es el mismo que en el laboratorio.
“Nosotros tenemos delimitado un sector, que estamos adecuando con agua y todos los insumos necesarios para el trasplante”, explica.
La práctica se extendería desde noviembre hasta completar el ciclo de producción de lechuga, aproximadamente en marzo/abril del 2016. Se espera que los resultados que arroje sean validados y con estándares científicos, junto con aportar a la formación de las alumnas.
Según el Dr. Rómulo Oses, postdoctorante CEAZA, quien está a cargo de las estudiantes en el laboratorio y además lidera el proyecto FONDECYT que pone a prueba los resultados, señala que esta es una oportunidad de experimentar con un “nuevo esquema de trabajo”, con la particularidad de integrar no solamente a un privado que “evalúa una tecnología”, sino que involucra a la ciudadanía, con un componente fuerte de capital humano.
“El proyecto es bien ambicioso. Es un desafío a estar bien coordinados, a estar claros en lo que queremos hacer … Este ensayo, que corresponde a una evaluación de campo y que tiene la complejidad de salir a terreno, pondrá a prueba nuestros resultados obtenidos en laboratorio-invernadero. Ahora saltar a campo implica encontrarse con una realidad muy distinta, una prueba desafiante para toda investigación que inicie fases de desarrollo y busque impactar el entorno. Nosotros en esta parte queremos dar ese paso, abordarlo con toda la seriedad que requiere una evaluación de campo, pero además aportar a la formación de las personas, que esperamos llevar a buen puerto”, afirma el Dr. Oses.
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