Fueron doce los guardaparques de CONAF certificados por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) y el Observatorio Inter-Americano de Cerro Tololo (CTIO) tras participar en el programa de capacitaciones en Ciencia y Turismo, impartido en el marco del proyecto FIC “Ciencia para el turismo sustentable en la Reserva de la Biósfera Fray Jorge”.
Un total de 25 horas cronológicas repartidas en cinco clases en modalidad seminario, fueron las que recibieron los guardaparques en las instalaciones del Parque Nacional Bosque Fray Jorge (PNBFJ). Las clases trataron los temas de meteorología, cartografía y astronomía, y fueron dictadas por los expertos Dr. José Rutllant, investigador CEAZA, Gabriel Gómez, profesional CEAZA y Juan Seguel, Encargado de educación y extensión de CTIO, y director alterno del proyecto FIC de Ciencia y Turismo, respectivamente.
Las clases se estructuraron como un curso de formación vinculante entre el conocimiento científico y la actividad turística, atendiendo a las necesidades planteadas por los propios guardaparques, en términos de conocimientos y disponibilidad para participar en el programa.
En este contexto, la Ceremonia de certificación a Guardaparques, da por finalizado uno de los hitos importantes contemplados dentro del proyecto, donde investigadores aportaron al entendimiento del entorno y enriquecieron el relato que será entregado luego a los visitantes de la zona.
Para María Antonieta Martínez, administradora del PNBFJ, es importante que se sigan haciendo clases para que los guardaparques tengan acceso a las investigaciones y sus resultados, o conozcan acerca de los nuevos estudios que se vayan a realizar en el área. “Para nosotros es importante mantenernos informados y comunicados”, declara.
Sobre las capacitaciones asegura que “fueron muy buenas, necesitamos que los guardaparques incrementen sus conocimientos y adquieran nuevas experiencias, por ejemplo en el tema “Starlight”, ya que para nosotros es bastante nuevo; o adquirir nuevos conocimientos en temas de flora, fauna, formación del bosque, el clima, entre otros. Hay muchas cosas que nosotros las manejamos pero siempre es bueno profundizar en los temas y tener respaldo científico”.
En tanto Marco Cordero, director (s) CONAF, Región de Coquimbo, enfatizó en la importancia que tienen los guardaparques como el vínculo directo con los visitantes y las comunidades constituyentes de la Reserva de la Biósfera Fray Jorge (RBFJ). “Cada vez que un turista visita esta área, la idea es que se vaya de regreso con una mirada o un concepto distinto del lugar, con parte del conocimiento adquirido por nuestro cuerpo de guardaparques en las diferentes capacitaciones recibidas, ellos son los agentes de cambio finalmente”.
Añade que la denominación de Reserva Starlight supone un desafío para la CONAF, ya que constituye un mundo nuevo al cual no estaban preparados. En este sentido, la adquisición de nuevas herramientas y conocimientos en torno a esto, constituye un verdadero aporte. “Todo esto parte de una necesidad de ir mejorando la gestión y para ello se requieren nuevas herramientas”, asegura.
Las capacitaciones en el proyecto
Claudia Hernández, Encargada de divulgación científica del CEAZA y directora del proyecto FIC de Ciencia y Turismo, explica que la iniciativa partió con varios elementos claves: la zona núcleo (que es el parque), las comunidades agrícolas aledañas al parque, la Ruta Patrimonial del Secano Costero: Fray Jorge (impulsada por Bienes Nacionales) y la certificación de Reserva Starlight. “Eran varios elementos que nos motivaron a pensar cómo nosotros desde la ciencia y el conocimiento podíamos aportar a este territorio más allá del parque”, sostiene.
En esta línea, destaca que realizar capacitaciones a los guardaparques era un punto fundamental, una forma de complementar sus conocimientos y de fortalecer el trabajo de transferencia realizado anteriormente en seminarios efectuados por el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), donde los investigadores exponían acerca de sus estudios al interior de la reserva.
“Lo que buscamos como CEAZA y Tololo, en conjunto con otras instituciones públicas y privadas, es que hayan mejores competencias, se fortalezcan las capacidades tecnológicas del lugar y exista participación de las comunidades”, enfatiza Hernández y agrega que “las proyecciones a futuro es que de una manera articulada se le dé un impulso al lugar en colaboración con las comunidades, permitiendo así un fortalecimiento y dinamismo de las economías locales”.
Juan Seguel, comenta que como con CEAZA llevan cerca de cuatro años trabajando en actividades de difusión y entrega de conocimientos y observatorio dedicado al estudio del cielo, les interesa ser partícipes en iniciativas como estas y poder apoyar a la comunidad en temas de astronomía.
“En esta ceremonia de certificación estamos finalizando una parte muy importante de este proyecto, el poder capacitar a los guardaparques en temáticas que les serán de utilidad para su quehacer habitual desde “el suelo al cielo”, es fundamental para nosotros”, indica.
Por su parte, el Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo del Centro Científico CEAZA, señala que para CEAZA este es un proyecto muy importante, ya que responde a una componente relacionada con la valoración y la entrega de conocimientos científicos, que desde hace unos años forma parte de la labor realizada por la institución, bajo el alero del área de divulgación y transferencia. “El centro ha decidido establecer estratégicamente esta unidad, que se separa un poco de la investigación (que es su principal motor), porque vemos que es una necesidad para la región”.
“Esta área busca identificar diversos actores que puedan beneficiarse con el conocimiento científico generado en CEAZA u otras instituciones de investigación. En este sentido, es muy importante la labor efectuada con los guardaparques, ya que este conocimiento será finalmente trasmitido a los visitantes que lleguen al área”, afirma.
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