En el Centro Cultural Santa Inés y con la participación de casi un centenar de personas entre científicos, profesionales, académicos, representantes del ámbito productivo, autoridades regionales y público general, se desarrolló la Cuenta Pública CEAZA 2015. Instancia en la que además de entregar datos relevantes acerca de la gestión del año pasado, se expusieron novedades de la situación actual del centro y su nueva hoja de ruta para lo que serán los próximos 10 años de quehacer científico en la región.
Hoja de ruta CEAZA 2025
Durante el último año se ha trabajado en un plan estratégico que delinea la labor CEAZA de aquí al 2025. El trabajo contó con la participación de todos los estamentos del centro. En ella se identifican cuatro grandes dimensiones de proyección de la labor del centro científico: Entorno, Estrategia, Diseño y Relacionamiento.
Según lo expuesto en la ocasión por el Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo de CEAZA, entre algunas de las metas trazadas para diez años, se propone contar con un perfil claro y consensuado de los stakeholders, así como también, potenciar las alianzas ya formadas con las instituciones del consorcio (Universidad de La Serena, Universidad Católica del Norte, INIA Intihuasi y GORE Coquimbo).
En materia científica, una tarea será el poder anticiparse a los fenómenos que afecten directamente a las comunidades presentes en la sociedad, a través de investigación con modelos de largo plazo. “Esta acción debe ir acompañada de una fuerte difusión y transferencia, que considere la mayor cantidad de plataformas existentes en las que se pueda dirigir la información a un nivel masivo de usuarios”, enfatiza.
Asimismo, se apuntará a mantener y mejorar la calidad de la ciencia producida, integrando más investigadores y gestores de calidad, abarcando un mayor número de disciplinas para responder a las nuevas demandas que el entorno exige.
“Se espera contar con capacidad tecnológica para la generación de datos; desarrollar programas de comunicación y transferencia de los resultados del trabajo científico, empoderamiento a los propios investigadores en la difusión”.
Fortalecer los vínculos internacionales es también prioridad, “esperamos al 2025 que exista una continua
vinculación internacional del centro a través de alianzas que lo posicionen a nivel mundial”.
El plan también considera que el CEAZA cuente con una fuerte cooperación con las instituciones del consorcio, lo que permite crear sinergias en la producción científica. De la misma manera, se fortalece la presencia de instancias sistemáticas de comunicación entre todas las partes del centro, lo cual favorecerá a la cultura organizacional, asegura el ejecutivo.
El director aseguró que “mantenemos nuestro compromiso de sumarnos a la Estrategia de Desarrollo Regional de querer trabajar por el mejoramiento de la calidad de vida, la reducción de las disparidades sociales y de los desequilibrios territoriales. Tomamos y hacemos propio este desafío”.
Realidad nacional de la ciencia
El encuentro contó con la presencia del Intendente Regional, Claudio Ibáñez, quien comentó que los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) invierten en promedio un 2,4% de su Producto Interno Bruto en ciencia y tecnología. Mientras que en Chile ese valor es seis veces menor, 0,38%.
“Sin embargo, en nuestra región esa cifra se incrementa a un 3,9 a 4% del presupuesto regional, por lo tanto, estamos sobre los estándares de la OCDE en nuestra región”, declara la autoridad regional.
Afirma además que “la investigación, el desarrollo, la innovación y el capital humano, son la esencia para que el país pueda dejar de ser lo que es y pueda avanzar a una economía del conocimiento, que genere mayor valor, por eso es tan importante el desarrollo de la investigación en la región y conocer cómo somos capaces de atraer y mantener talentos en la región”.
Descentralizar la ciencia
Claudio Vasquez, gerente corporativo del CEAZA, considera que la institución ha dado una intención a las acciones de transferencia, gestión y muestra de las investigaciones que se efectúan, en lugares alejados de los centros urbanos.
“Creo que el esfuerzo que se está desarrollando es coherente con el motivo de porqué se origina el CEAZA, que es descentralizar la ciencia”, declara y añade que “hemos posicionado nuestra investigaciones y el nombre CEAZA, esto se ha visto en las interacciones que se están generando. Además la información es de interés local”.
Vasquez agregó en su exposición que el centro de investigación ha experimentado un notorio progreso en diferentes ámbitos si se compara con los datos de su apertura en el año 2003. Así por ejemplo, hoy el CEAZA cuenta con el trabajo de 147 personas entre investigadores, profesionales, técnicos, estudiantes y administrativos, en tanto que el año 2003 sólo se contaba con 13 personas entre científicos y profesionales.
Destacó también la evolución y tendencia al alza que ha experimentado el centro en términos de financiamiento para su funcionamiento base y por proyecto. También subrayó la importancia del aporte otorgado por el Gobierno Regional de Coquimbo, que en el 2015 se elevó a más de 800 millones de pesos en dineros estructurales.
“Esta es una práctica muy positiva, ya que hemos sido modelo para otras regiones del país que también buscan lograr esta dirección. En este contexto, el 2015, al menos dos regiones nos visitaron para conocer esta realidad y replicar la vinculación lograda con el GORE”, asegura Vásquez.
Enfatizó los logros en cuanto a la producción científica señalando que las publicaciones per cápita de los investigadores CEAZA llegan a 2,44 por año, mientras que la media en Chile es de 1,27 y en el mundo uno por año. “El persistir en la definición de esto como ‘el principal quehacer de nuestro trabajo’ es fundamental. Se debe continuar con este desafío”, sostiene el gerente.
Acercar el conocimiento
Dentro de las presentaciones, el presidente del directorio de la corporación CEAZA, Luis Moncayo, enfatizó en la necesidad de continuar potenciando la productividad científica conforme a los estándares nacionales e internacionales. “Sin ella no se cumple la primera condición necesaria para el éxito, que es generar conocimiento”, asegura. Asimismo, planteó como requisito del trabajo el transferir el conocimiento que se genera; “no sacamos nada con que sólo la comunidad científica conozca los resultados de la práctica científica”, aclara.
También se refirió a la importancia de la divulgación científica, entendida como una manera de aceptar al ciudadano en el quehacer científico. “Una ciudadanía que tenga conciencia y valore el quehacer científico va a tener conductas distintas”, señala. Por último, hace hincapié en la “visión de futuro”, explicando que es necesario el acercamiento al sistema escolar; “si en nuestros niños no inculcamos el amor a la ciencia, no enseñamos la práctica de la ciencia, perderemos talentos”, advierte.
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