Con miras a los próximos congresos escolares, los alumnos de tercer año medio del Liceo Polivalente Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy llegaron hasta las dependencias de la Universidad Católica del Norte (UCN) a reunirse con cinco expertos en temas marinos del CEAZA y la UCN. En la ocasión, los investigadores orientaron el trabajo que deberán desarrollar los futuros técnicos acuícolas.
Fueron cinco los temas presentados por los diferentes grupos de trabajo, ideas que trabajaron previamente en aula y que les permitió formular preguntas que luego expusieron a los especialistas. Estos por su parte escucharon atentamente cada una de las propuestas y luego respondieron las inquietudes de los estudiantes, hicieron sugerencias y orientaron las posibles investigaciones.
Temas como la acuiponía con plantas ornamentales, medición de pH para simular acidificación del océano, criopreservación y observaciones fisiológicas en ostión, fueron algunas de las propuestas presentadas por los alumnos y que esperan desarrollar adecuadamente tutorados por investigadores, con el método científico.
“Vinimos a conversar con el Dr. Aguilera (investigador CEAZA), por el tema de la acidificación del océano, para ver si es posible variar los niveles de pH y saber cuánto resisten los organismos. Queremos conocer por ejemplo si eso afecta la talla del ostión. Esto nos interesa especialmente porque la producción en Tongoy se
realiza en el mar”, señala Victoria Galleguillos, estudiante del técnico profesional en acuicultura del Liceo de Tongoy y agrega “la acidificación abarca muchos factores; con su ocurrencia va a variar la disponibilidad de alimento y su calidad”.
Galleguillos explica que les interesa que la comunidad conozca el proceso que está viviendo el océano pues como comenta hay quienes sólo ven el mar de manera superficial y no saben que químicamente está sufriendo modificaciones. “La gente ve el mar por afuera, pero no sabe qué está pasando. Yo pienso que esto no sólo le va a afectar a los organismos marinos sino que también a nosotros” señala.
En tanto su compañera, Samantha Reyes, indica que su grupo se inclinó por el tema de la criopreservación o conservación de células o tejidos a temperaturas muy bajas. “Nosotros veníamos con la idea de criopreservar la gónada del ostión, pero ahora al hablar con el científico cambiamos el objeto de estudio y vamos a trabajar con el mismo proceso pero en larva, porque ahí tenemos más posibilidades de que funcione el experimento”, explica.
Apoyo a la formación
Para Macarena Contreras, docente del Liceo del Tongoy la formación técnica necesita un “repunte” en relación no sólo al quehacer, sino que al aspecto teórico. Considera que sus estudiantes están preparados para ser reales aportes a la empresa, tener respuestas claras y poder determinar por ejemplo “cómo un bioparámetro que varía en la bahía de Tongoy afecta al cultivo”.
“El hecho de que alumnos de enseñanza media, en este caso de un liceo que tiene un 88,3% de riesgo social, es clave, el poder visitar la universidad y tener apoyo de especialistas en temas asociados a las preguntas e hipótesis que ellos mismo han planteado, es muy importante”.
Asegura que continuarán trabajando con el CEAZA, “hemos tenido una tremenda acogida de los científicos del centro y los asociados también respecto a lo que a ellos les gustaría hacer con los estudiantes, y eso es muy importante siempre y cuando esté dentro de los módulos de aprendizaje de los alumnos”. Añade que “esto amplía sus competencias y es un tremendo aporte para los profesores, no sólo abre las puertas del alumno sino que también a la actualización de los conocimientos que entrega el docente”.
De acuerdo al Dr. Victor Aguilera, investigador del CEAZA, el trabajo desarrollado con los estudiantes responde a dos importantes aristas que impulsa el centro científico “por un lado, va por la senda del desarrollo de capital social. Nosotros estamos en presencia de un liceo técnico que tiene muchas capacidades para desarrollar acuicultura, está inserto en un ambiente donde la acuicultura juega un papel importante y por lo tanto, cualquier gestión que nosotros podamos hacer para poder mejorar su currículum académico y mejorar sus competencias, me parece muy bien encaminado”
El científico plantea que el trabajo estimula la capacidad crítica de los estudiantes, basada en el método científico para analizar la contingencia que plantea el medio marino, entenderlo y desarrollar estrategias para adaptarse a los cambios. “Sin estas características, nosotros estamos en presencia de un sector que está en alto riesgo frente a lo que es el cambio climático”.
Por su parte, el Dr. Germán Merino, investigador UCN-CEAZA, señala que “desde mi área de investigación y considerando que el colegio al que estamos apoyando tiene un área técnica, es importante que rescatemos emprendimientos. Que puedan contactarse con nosotros, conocer cosas de avanzadas y ‘aterrizarlas’ a su realidad práctica. Además, como el Estado ha orientado sus líneas de financiamiento hacia el emprendimiento, entonces están las oportunidades”.
Labor en el Liceo de Tongoy
En Tongoy, el trabajo ha sido parte del programa de Transferencia de Conocimientos que desarrolla el CEAZA al interior del liceo y que busca, entre otras cosas, capacitar tanto a alumnos como profesores para darle sostenibilidad al proceso de aprendizaje dentro del mismo establecimiento, todo lo cual es apoyado por el proyecto de fortalecimiento territorial de CONICYT, “Desarrollo de capacidades y bases tecnológicas para la adaptación al cambio climático en la acuicultura de bivalvos”, que ejecuta el centro y que además cuenta con la colaboración de expertos del Núcleo Milenio MUSELS.