A través de la firma de convenio el Centro Científico CEAZA y el Liceo polivalente Carmen Rodríguez Henríquez de Tongoy, inició formalmente al programa de transferencia de conocimientos científicos, que este 2018, continuará su trabajo dirigido a estudiantes de tercer y cuarto año medio de la especialidad técnico en acuicultura. La ceremonia reafirma el trabajo de fortalecimiento de capacidades, que desde hace tres años, se viene desarrollando en el establecimiento educacional.
Cerca de seis años lleva el CEAZA trabajando en la bahía Tongoy, enfocado particularmente en el estudio de procesos oceanográficos. De este trabajo derivó la necesidad de incluir, además de la investigación científica, la vinculación con el entorno para conocer la realidad de la bahía, la interacción con las comunidades aledañas y los diferentes actores asociados a ella.
“En este contexto, el liceo se incorpora como parte de nuestra labor en el ámbito educativo, cuyo foco es tratar de apoyar el mejoramiento de las capacidades de los estudiantes y los docentes, con el fin de entregarles nuevas herramientas para enfrentar los desafíos del futuro, que exigirán de técnicos profesionales preparados, capaces de adaptarse a un posible escenario de cambio climático”, explica el Dr. Carlos Olavarría, director ejecutivo del CEAZA.
Para Perla Araya, directora del Liceo de Tongoy, el trabajo que se viene desarrollando con el CEAZA ha permitido a los estudiantes adquirir nuevos conocimientos acerca de los procesos oceanográficos que influyen en la bahía, entenderlos e interpretarlos a partir de la observación y el monitoreo de todos los cambios que se producen diariamente.
“Para nosotros es muy importante y significativo este convenio, ya que nos permite entregar una educación de calidad, bajo un modelo basado en el fortalecimiento de competencias donde los alumnos pueden interactuar directamente con los científicos. Con ello, los estudiantes serán capaces de apreciar el entorno marino con nuevas herramientas tecnológicas, nuevos conocimientos y una mejor comprensión de las labores acuícolas”, asegura.
Beneficios del aporte científico
Los índices de titulación de la especialidad técnico profesional en acuicultura del liceo ya han mostrado alzas en sus resultados, números que coinciden con el tiempo en que se comenzó el trabajo. Según datos del mismo establecimiento educacional, el año 2015 de 5 estudiantes egresados sólo uno se tituló; en tanto el 2016, año en que se realizó el piloto del programa, de 7 egresados 4 se titularon; mientras que el 2017, se evidenció un alza notoria, pues de 14 egresados 11 se titularon.
“Hemos mejorado la tasa de titulación. Cuando asumí la dirección era mínima en la especialidad de acuicultura, sólo dos o tres alumnos presentaron justificaciones por no poder realizar sus prácticas. Sin embargo, hoy gracias al mejoramiento del perfil y también a la articulación que se ha hecho a través de una feria laboral, organizada por el CEAZA, que acerca las empresas al liceo, se ha abierto una posibilidad real de que los estudiantes puedan culminar sus procesos académicos”, sostiene la directora del liceo.
Nuevas herramientas para los estudiantes
En la oportunidad, se entregó además la nueva pantalla de visualización de variables ambientales, que será instalada al interior del liceo con el fin de que los estudiantes se familiaricen con los datos y puedan acceder fácilmente a ellos.
El CEAZA cuenta con una red de monitoreo ambiental, a cargo de su área meteorológica CEAZA Met. Particularmente en la bahía de Tongoy, se encuentra instalado un equipo de observación de condiciones océano atmosféricas muy importante a nivel nacional. Se trata de una balsa que emite información en tiempo real y que ha permitido mejorar las operaciones, por ejemplo del sector acuícola y otros actores.
“Vamos a instalar una pantalla que emitirá información de relevancia al interior del liceo, específicamente, datos de variables oceanográficas para que los estudiantes puedan conocer las condiciones del mar a diario y sus variaciones. Asimismo, hemos renovado la gráfica de esta información, para hacerla aún más atractiva y entendible”, indica Pilar Molina, encargada de transferencia de conocimientos del CEAZA.
Según describe el Dr. Bernardo Broitman, investigador del CEAZA y director alterno del Núcleo Milenio MUSELS, la acuicultura a lo largo de Chile funciona mirando el mar, pero en oscuridad absoluta, pues asegura, en el mejor de los casos, algunas empresas acuícolas conocen solamente lo ocurre con sus especies dentro de las jaulas, pero no saben qué pasa realmente en el mar (a nivel químico, físico o biológico).
El investigador detalla que “esta es la primera boya oceanográfica en línea de toda Sudamérica y el liceo ahora cuenta con esta información disponible a través de una pantalla, para tratar de comprender cómo funciona el mar”.
Añade que “los estudiantes tienen una oportunidad única de aprender a trabajar en la acuicultura mirando el mar desde adentro, experimentando directamente con qué hace bien o mal a las larvas. Es una oportunidad que le dio la opción a gran parte de la generación egresada en 2017, de optar a puestos de trabajo con una nueva mirada sobre la acuicultura”
Cabe mencionar que el trabajo desarrollado por el CEAZA en el liceo, ha sido posible también al apoyo entregado, en recursos humanos y financieros, por otros centros de investigación como el Núcleo Milenio MUSELS, instituciones públicas y privadas, y proyectos de investigación como el actualmente en curso, de Fortalecimiento titulado “Desarrollo de capacidades y bases tecnológicas para la adaptación al cambio climático en la acuicultura de bivalvos”, a cargo del Dr. Broitman.